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La Warner dona películas argentinas al INCAA. Algo de historia detrás del anuncio

Publicado el 27 noviembre 2012 por María Bertoni

La Warner dona películas argentinas al INCAA. Algo de historia detrás del anuncio“Warner Bros. entrega importante colección de cine nacional al INCAA” se titula la gacetilla que la agencia de prensa Personally distribuyó el viernes pasado y que diarios varios, medios especializados y sitios corporativos replicaron casi sin editar. El comunicado informa que la compañía de entretenimiento cedió películas argentinas producidas entre los años ’30 y ’90 al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, además de otorgar la licencia gratuita para la emisión de esos títulos en el canal INCAA TV. El texto afirma que la donación consta de unos cuatrocientos films en poder de Turner Internacional Argentina, empresa de Time Warner que programa, produce y distribuye contenidos para América Latina. En cambio, no explica porqué parte de nuestro patrimonio cinematográfico se encontraba en manos de la legendaria firma norteamericana.

Espectadores despuntó la respuesta tras hacerle una rápida consulta a Fernando Martín Peña, integrante de la Filmoteca Buenos Aires y recordado colaborador de Caloi en su tinta. “El material fue comprado por el fundador del canal Space en los ’90, pero después Space pasó por muchas manos hasta terminar en Turner. Por eso todos esos films estaban ahí”, contó escuetamente en el marco de un intercambio de mails vía Facebook.

La Warner dona películas argentinas al INCAA. Algo de historia detrás del anuncio
Información disponible en Internet ayuda a completar el panorama. Por un lado, uno/dos artículos de Clarín permiten reconstruir una primera venta de Imagen Satelital (empresa propietaria de Space entre otros canales de cable) al grupo venezolano Cisneros, e identificar el nombre que Peña no revela: Alberto González. Por otro lado, esta gacetilla publicada en Portal Publicitario confirma la adquisición final por parte de Turner Broadcasting System, momento en que cambiaron de manos las películas donadas el viernes.

Por si esto fuera poco, aquí figura el pequeño homenaje que La Nación le dedicó a González a propósito de su fallecimiento, once años atrás. El autor de la nota sostiene: “La nostalgia de sus comienzos lo había llevado a reunir un archivo de más de mil películas argentinas, entre ellas, todas las de los estudios Lumiton, SIDE y San Miguel, un patrimonio que, tras su venta a un consorcio extranjero, el país debe resguardar”.

Irónicamente el gobierno de Cristina Kirchner es el primero en manifestar intenciones serias de cumplir con el mandato del diario centenario. Por lo pronto, en agosto de 2010 la actual Presidenta firmó el decreto reglamentario la Ley 25.119 (responsable de constituir la Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional, CINAIN) que el Congreso de la Nación había sancionado en 1999 por unanimidad, pero que el Poder Ejecutivo Nacional de ese entonces vetó a partir de un informe técnico negativo del director del INCAA, Julio Maharbiz.

Fiel a su condición opositora, La Nación descalificó la iniciativa kirchnerista, esta vez a través de un artículo que Pablo Sirvén publicó el 5 de septiembre de ese año. El mencionado Peña salió al cruce al día siguiente en Otros Cines.

La Warner dona películas argentinas al INCAA. Algo de historia detrás del anuncio
En esta entrevista concedida a la sede argentina del Consejo Internacional de Museos (ICOM), el encargado de implementar la postergada ley, Hernán Gaffet, se refirió al estado de emergencia del patrimonio fílmico nacional. “Se han perdido aproximadamente el 90 % del cine mudo y el 50 % del cine sonoro argentino”, dijo antes de distinguir entre material definitivamente perdido y material extraviado: “el primero se ha quemado o destruido de alguna manera y hay constancia de ello; mientras del segundo se desconoce el paradero, aunque puede suceder que aparezca una copia en algún altillo de un cine cerrado o en poder de alguien con un familiar que pasaba las películas, entre otras posibilidades de lo más variadas e insólitas”.

En noviembre del año pasado, Marcelo Stiletano entrevistó para el mismo La Nación a la actual titular del INCAA Liliana Mazure. A propósito de la programación de INCAA TV, la funcionaria se refirió al proyecto de adquirir los derechos de 2900 títulos elegidos por un grupo de curadores. “No es fácil -admitió- porque los derechos pertenecen a no más de quince personas: trataremos de obtenerlos por paquete”, adelantó.

Estas declaraciones coinciden con parte del trabajo que la licenciada en Cine y Televisión Eugenia Izquierdo publicó en el sitio de ICOM Argentina. Allí la académica explica que, por la inexistencia de políticas orientadas a la preservación audiovisual y por el consecuente vacío legal registrado hasta 1990, el patrimonio cinematográfico nacional en Argentina estuvo al cuidado de ONGs y/o de particulares cuyos criterios y prácticas aisladas impidieron la confección de un catalogo único de obras. “En muchos casos los poseedores desconocen sus acervos y/o imposibilitan el acceso a ellos”, señala.

La Warner dona películas argentinas al INCAA. Algo de historia detrás del anuncio
Con estos antecedentes en mente, cuesta celebrar totalmente la donación de Warner Bros. Es cierto que nuestro país ha recuperado material “extraviado” en palabras de Gaffet pero, si es cierto que la colección de González superaba las mil películas como asegura el homenaje póstumo de La Nación, entonces vale preguntar por unos seicientos títulos restantes.

Por otra parte, el desprendimiento de la compañía norteamericana sugiere que la recuperación de nuestro patrimonio cinematográfico excede la decisión política del gobierno de turno. Evidentemente también hay que contar con la buena voluntad de los titulares de archivos personales y corporativos.


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