Camaradas,
La primera fase de la Operación Tifón ha terminado. Llegado este punto, las opciones más obvias que tiene ante sí la Wehrmacht son, o bien continuar avanzando sobre Moscú en un último esfuerzo antes de la llegada del invierno o bien ponerse a la defensiva sobre terreno favorable y prepararse para lanzar otra ofensiva durante la primera de 1942.
Von Bock, así como el OKH, sienten que detener la ofensiva cuando sus puntas de lanza se encuentran a menos de 90 kilómetros de Moscú es insensato y desean reanudar Tifón después de un breve periodo de reabastecimiento. El Führer no las tiene todas consigo y de hecho muestra ciertas reticencias en arriesgar a sus mejores tropas en la captura de un objetivo como Moscú, que él personalmente desdeña. Sin embargo, las objeciones del Führer se han venido abajo ante las optimistas estimaciones de la Inteligencia del OKH que consideran a las fuerzas soviéticas desplegadas ante Moscú poco menos que destrozados despojos que tan sólo requieren de un nuevo golpe para precipitar su colapso total. Así, hace dos días, el 30 de octubre, el Führer aprobó el plan del OKH para la segunda fase de la Operación Tifón, que deberá dar comienzo el 15 de noviembre.
A mediados de octubre, los refuerzos soviéticos enviados al eje de Moscú comenzaron a afluir al frente. De ese modo, durante el mes de octubre, Zhukov ha recibido diez divisiones de fusileros, diecinueve unidades blindadas, una división de caballería, cinco divisiones de milicia y un cuerpo acorazado. Durante el mes de noviembre se estima que llegarán al área de Moscú otras veintidós divisiones de fusileros, diecisiete brigadas de fusileros, cuatro unidades acorazadas, catorce divisiones de caballería y once batallones de esquiadores. De las primeras diez divisiones de fusileros que han alcanzado el frente, cinco han sido destinadas al refuerzo de los Ejércitos 5º y 16º sobre las rutas directas a Moscú, siendo enviadas tan sólo dos al área de Kalinin y una al área de Tula.
Zhukov se ha beneficiado en gran medida del hecho de que varias de las unidades llegadas de Extremo Oriente y Asia Central son unidades de pre-guerra con plenos efectivos y perfectamente entrenadas; estas divisiones se van a revelar, tal y como ha sucedido en Mozhaisk con la 32ª División Siberiana, muy difíciles de desalojar una vez han logrado atrincherarse. Por otro lado, las unidades de tanques soviéticas que están llegando al frente son de una calidad muy dispar, tanto en términos de equipamiento como de entrenamiento. Varias de las unidades están compuestas por formaciones que han recogido los tanques directamente de las fábricas o almacenes militares y han sido enviadas directamente al frente; estas formaciones tienden a venirse abajo rápidamente nada más entrar en combate.
Zhukov espera que los alemanes vuelvan a atacar en cuanto el frío hiele el terreno, por lo que ha decidido lanzar varios ataques a pequeña escala para desbaratar los preparativos alemanes. Sin embargo, Zhukov ya no cuenta con poderosos ejércitos y se ha visto obligado a desperdigar los refuerzos recibidos a lo largo de todo el frente, por lo que sus contraataques carecerán de la masa necesaria para conseguir resultados decisivos y, a lo sumo, no conseguirán más que causar ligeras molestias a la Wehrmacht, que en estos momentos se apresta ya a dar la estocada definitiva a la bestia roja.
Vörwarts, nach Moskau!
Ein Volk, ein Reich, ein Führer!