Se acerca el estreno de 'Wonder Woman', peli con la que no puedo cruzar más fuerte los dedos para que sea buena y marque un camino de redención para el universo DC en el cine. Pero de momento, creo oportuno recomendaros el único cómic que de verdad necesitáis para conocer plenamente al personaje antes del estreno. Intentaré no extenderme mucho y no desvelar nada porque vale mucho descubrir por uno mismo lo que ofrece el tebeo.
Ojo, también recomiendo otros cómics de Wonder Woman, los menciono aquí, pero esto... esto es lo gordo, lo mítico, lo básico. Un reboot propiciado por el famoso evento 'Crisis en Tierras Infinitas' que, como el Superman de John Byrne, sirve para narrar desde 0 toda la historia del personaje. E incluso tantos años después, por mucho que desde 2011 ya no sea canon, hay una clara sensación de que esta es la Wonder Woman definitiva. Todo en esta etapa parece destinado a construirla como tal. Conviene tener esto claro: no estamos ante un tebeo de superhéroes, exactamente. Las tramas culebronescas y la sucesión de villanos y aventuras no son el principal interés de Pérez y sus imprescindibles colaboradores (el guionista Len Wein o la editora Karen Berger, entre otros). A lo largo del tomo de 14 números editado por ECC que he leído, que viene a ser el primer gran arco de esta etapa, una historia completa, la escala es relativamente pequeña en lo que a cantidad de acontecimientos se refiere. Hay enemigos y acción, claro, pero sin duda es un cómic pausado y denso donde prima contar una historia rica y con profundidad en un mundo construido con meticulosidad. Y es ahí donde el relato se percibe como gigantesco. Más que ir viendo las aventuras de nuestra heroína junto a su vida personal, lo fórmula infalible de los superhéroes, lo que tenemos aquí es la detallada explicación de quién es Wonder Woman. Lo cual, por las características del personaje, no es introspectivo sino épico en el sentido más literal. Una heroína de leyenda con un impacto enorme en el mundo contemporáneo al que llega y con una misión vital inconmensurable. Eso es más que una simple historia de orígenes, y el cómic le da la relevancia, el detalle, el mimo y la profundidad que merece, número a número.
Ya he comentado alguna vez que los cómics de esta época no se valían de la narrativa visual tanto como los de ahora, apoyándose mucho más en el texto, pero este caso me resulta especialmente... literario, sin por ello restar espectacularidad al dibujo. Pero es que tanto el texto como las viñetas trabajan mano a mano para que cada momento perdure y nos proporcione una buena cantidad de información y matices emocionales o temáticos. Cada acontecimiento, personaje y diálogo son una pieza importante que merece su espacio y que va añadiendo capas. El ejemplo más claro es un apoteósico primer número que en tan solo 32 páginas narra una auténtica epopeya.
Una idea, un ideal, como núcleo: en un mundo siempre al borde del desastre por la violencia del hombre y la incompetencia de los dioses, tal vez la mujer perfecta y definitiva, que por fin obtendría la oportunidad negada por los hombres, sea la única salvación de la humanidad. Así, las amazonas son la arriesgada apuesta, el sueño, de unas diosas ignoradas por Zeus y amenazadas, al igual que el resto de dioses y mortales, por el temible Ares, aportando a todo lo que veremos a partir de aquí una grandeza incomparable. No se trata de una simple heroína, sino de una lucha de dioses (con una carga temática clara y enorme) en la que está en juego el mundo entero. Así, Diana se convierte en el último eslabón de una inmensa cadena. Fantasía heroica de manual: una heroína pura, inocente, fuerte y valiente, elegida para un propósito más grande que la vida. Retos imposibles impuestos por unos dioses que pondrán a prueba la fe de nuestra protagonista. Y la búsqueda del destino, de la verdadera identidad, como conflicto personal básico.
Lo que hace al tebeo tan rico es que se detiene y da contexto, profundidad, a aquellos afectados por la odisea de Diana, tanto los que formaban parte de esta historia antes que ella, dioses y amazonas, como los humanos que se ven envueltos tras su llegada al mundo del hombre.
Conviene mencionar brevemente algunos puntos débiles, presentes solo en la recta final. Hay algo relativo a Heracles, a quien no veíamos desde su terrible papel en el primer número que, si bien me parece más o menos apropiado para reflejar el mensaje de la obra, se trata de forma demasiado simple y se lleva un poco demasiado lejos.
El tie-in con el evento de aquella época, Millennium, aunque muy leve, es un pegote. Y en general creo que en los dos números anteriores al final hay como demasiada información de golpe y un par de giros que quizá requieran más explicación.
Todo lo demás está bien. De verdad. Incluido el dibujo, faltaría más. Es George Pérez. Ni siquiera importa que su estilo no me parezca especialmente "bonito". Es tan detallista y tan bueno planificando cada viñeta y cada página que te abruma.
Nada más que decir, no quiero caer en los spoilers. Creo que es muy buen momento para descubrir a la superheroína por excelencia, y como no me fío de lo que hagan en la peli, y la versión de 2011, si bien de calidad, propone cambios cuestionables, me parece apropiado acudir al clasicazo absoluto que mejor la da a conocer. Seguramente uno de mis tebeos favoritos de DC. No os lo perdáis.