La yuca es un alimento fundamental en muchos países de América Latina. En los últimos años no es extraño encontrarla en los supermercados europeos y es que este tubérculo tiene muchas posibilidades y podemos usarlo en nuestros platos ya sea tal cual o en forma de harina.
Yuca
" data-orig-size="800,533" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px" aperture="aperture" />Este ingrediente es original de la América tropical y se conoce por diversos nombres además de yuca, por ejemplo, mandioca o casava. Es un tubérculo, como la patata, y puede alcanzar un tamaño bastante grande. Tiene un contenido calórico menor al arroz, pero es capaz de resistir a condiciones de clima poco favorable, sobre todo, a sequías y estaciones sin apenas lluvias.La yuca siempre hay que cocinarla, es decir, nunca se puede consumir cruda, ya que en este estado tiene ácido cianhídrico que puede resultar tóxico y dañar el organismo humano. Una vez cocida o frita, el riesgo desparece, tranquilos. También éste está más presente en algunos tipos de yuca, por lo que se favorece el cultivo de las que menos ácido cianhidrico albergan.
La yuca se consume fresca la mayor parte de las veces. Cocida y como parte de un guiso o un plato elaborado está muy rica, así como frita o al horno. Existe también la posibilidad de convertirla en harina de yuca. Para ello hay que deshidratarla. Después se pueden hacer panes, tortillas o extraerle el almidón para hacer tapioca.
Para que la probéis os proponemos una idea de de nuestro recetario como el Sancocho colombiano, muy completo y del que seguro querréis repetir ración. También os recomendamos probar una curiosa receta, que podría considerarse una fusión con la cocina española. Se trata de hacer unos huevos rotos de toda la vida, con huevo y jamón, pero en vez de ponerle patata, ponerle yuca. Ya veréis que buenos.
Si queréis saber más sobre cómo cocinar la yuca, no os perdáis nuestro artículo de la Enciclopedia Cocinista