Exoplaneta y enana roja © Crédito: NASA/JPL
Artículo publicado el 24 de octubre de 2011 en The Physics ArXiv Blog
La zona que da soporte al agua líquida puede ser un 30 por ciento más grande de lo que se pensaba, dicen los astrobiólogos.
En la búsqueda de planetas similares a la Tierra alrededor de otras estrellas, los astrobiólogos buscan planetas que puedan dar soporte al agua líquida. Por lo que estos planetas deben tener una temperatura en el rango relativamente estrecho que existe en la Tierra. La idea general es que estas condiciones sólo pueden existir a cierta distancia de la estrella – la conocida como zona habitable.
En nuestro Sistema Solar, la zona habitable se extiende desde aproximadamente de 0,7 a 3 UA, más o menos desde la órbita de Venus a alrededor del doble de la órbita de Marte.
Sin embargo, determinar el tamaño de la zona habitable de una estrella no es sencillo. Obviamente, el tamaño y la temperatura de la estrella son cruciales, pero depende mucho de las condiciones del propio exoplaneta, en particular, la cantidad de luz reflejada hacia el espacio, el albedo.
Hoy, Manoj Joshi del Centro Nacional de Ciencias Atmosféricas en Reading, Reino Unido, y Robert Haberle del Centro de Investigación Ames de la NASA, cerca de San Francisco, señalan un nuevo e importante factor que extiende drásticamente la zona habitable alrededor de una importante clase de estrellas.
Estos chicos dicen que la cantidad de luz que reflejan la nieve y el hielo depende de la fracción emitida en distintas longitudes de onda. El Sol produce gran parte de su luz en longitudes de onda visibles. El albedo en estas longitudes de onda para la nieve y el hielo es de 0,8 y 0,5 respectivamente.
Pero la gran mayoría de estrellas son enanas rojas, y emiten mucha más luz en longitudes de onda más largas. “El albedo de la nieve y el hielo en planetas que orbitan estrellas M es muy inferior a sus valores en la Tierra”, dicen Joshi y Haberle.
Estos muchachos calculan el albedo para la nieve y el hielo en planetas que orbitan enanas rojas cercanas – Gliese 436, a apenas 33 años luz, y GJ1214 a unos 40 años luz. Se sabe que ambas tienen exoplanetas, aunque no en la zona habitable. Las longitudes de onda que emiten estas estrellas indican que la nieve y el hielo tienen aquí un albedo de alrededor de 0,4 y 0,1, respectivamente.
En otras palabras, los planetas que alojen agua en estas estrellas absorberían mucha más energía que en la Tierra. Por tanto, esto extiende el radio de la potencial zona habitable hasta en un 30 por ciento. “El borde exterior de la zona habitable alrededor de las estrellas M puede estar entre un 10-30% más lejos de la estrella madre de lo que se pensaba anteriormente”, dicen.
Esto será algo más que un interés pasajero para los astrobiólogos. No sólo las enanas rojas son, de largo, el tipo más común de estrella, también son las que muy probablemente nos proporcionen la primera visión de una Tierra 2.0 (si es que no la hemos visto ya). Esto se debe a que son más pequeñas, lo que hace que sea más fácil ver los planetas que las orbitan.
Tener una zona habitable extendida hace que sea un poco más probable que encontremos otra Tierra, antes o después.
Artículo de Referencia: arxiv.org/abs/1110.4525: Suppression Of The Water Ice And Snow Albedo Feedback On Planets Orbiting Red Dwarf Stars And The Subsequent Widening Of The Habitable Zone
Artículo traducido y posteado en Ciencia Kanija, el original se publicó en Technology Review.