Os imaginais mi cara de asombro-alegria-subidón, pero normal, tengo la mejor madre del mundo, y aunque parece que pasa de mi cuando le hablo, ¡se le queda todo grabado, oye! Desde luego, cómo son las madres. Nada más terminar de comer y devorar una barra entera entre los tres, saqué un croissant de la bolsa de papel, olía a mantequilla, a chocolate y a ricura. Al morderlo, un olor a naranja intenso, normalmente no me suele gustar la naranja en repostería, pero chica, una sabe apreciar lo bueno.
Un croissant, gordito, relleno de chocolate negro y de trocitos de naranja ¿confitada? ¿deshidratada? No lo sé seguro, sólo, que estaba buenísimo! Me he quedado con las ganas de probar el de chocolate y limón (mami, apunta, para la siguiente!), el natural y los de chocolate ya os puedo decir que son adictivos!
LABEKO OKINDEGIAC/ Carnicería vieja, 4. Bilbao
Para los que adoran el pan, para los que no tanto, para los que quieren probar pan de verdad y no los sucedáneos precongelados de los supermercados, indispensable hacer una visita a esta panadería. Seguro que salís encantados con sus panes, harinas y croissants. ¡Ya me contaréis!