Una de las primeras cosas que debemos conocer cuando nos desenvolvemos en entornos de redes son las subredes.
Breve introducción.
En uno de los primeros capítulos sobre Redes, os explicaba el concepto de dirección IP y el de Clase de dirección. Por resumir un poco nos encontramos que cuando las redes de computadores se diseñaron se concibieron tres grandes grupos de IPs. Las de clase A, pocas, pero que serían capaces de albergar un número grande direcciones, las de clase B, en mayor número pero con menor número de direcciones y las de Clase C, las más extendidas, que dispondrían de un número bastante reducido de direcciones.
Con la popularización de las redes y la llegada de Internet pronto se observó que ese modelo era incompatible con el crecimiento de los equipos y las redes puesto que se asignaban grupos con un número fijo de direcciones (A,B,C) independientemente de la necesidad que tuviera cada empresa. Sin embargo, al estar ya establecido se antojaba complejo reestructurarlo. Por ello se decidió introducir un nuevo concepto, el de subredes.
Subnetting o el aprovechamiento máximo.
La idea se fundamenta en un nuevo concepto: la máscara de subred.
Este número, que al igual que las direcciones IP está compuesto de 4 grupos de números entre 0 y 255, es el patrón que se superpone a la dirección IP y nos indica qué parte es considerada “dirección de red” y qué parte es considerada “dirección del host”.
Aclaremos un poco esto antes:
Supongamos que se nos asigna un número de dirección IP como el siguiente:
128.1.0.0
Esta dirección es de Clase B por lo que tiene asociadas 65.534 direcciones posibles: de la 128.1.0.1 a la 128.1.255.254 (recordad que ni la acabada en o, que es la dirección de red, ni la acabada en .255, la dirección de broadcast, pueden emplearse).
En este ejemplo queda bastante claro que la parte de dirección de red es: 128.1 mientras que la parte de dirección de host son los dos últimos octetos.
Pero qué sucede si no necesitamos más de 65.000 direcciones pero las 254 que nos ofrece la Clase C no son suficientes: aquí es donde nace el subnetting y el concepto de máscara de red.
De lo que se trata es de “alargar” la dirección de red aumentando así el número de posibles redes disminuyendo el número de direcciones de host asociadas.
Para ello añadiremos a la dirección de red la máscara: 128.1.0.0 255.255.128.0
La máscara de subred es, como he comentado antes, un patrón que se superpone a la dirección de red y que discrimina la parte de dirección de red de la parte de dirección de host. Para ello, en binario, si la máscara tiene un 1, el bit de la dirección de red se mantiene en su estado, si la máscara tiene un 0, el bit de la dirección de red pasa a 0 (operación binaria AND).
¿Qué hemos conseguido?
Al añadir esta máscara de subred nos encontramos con que pasamos de las 65.534 direcciones de host a la mitad: 32.767
¿Cómo es posible?
En el ejemplo inicial tanto la dirección 128.1.1.150 como la dirección 128.1.220.140 pertenecían al mismo rango: 128.1.0.0
Aplicando la máscara de su red, sin embargo, vemos que no es así:
En el caso de la dirección 128.1.1.150 255.255.128.0 , con una AND binaria tenemos que pertenece a la red: 128.1.0.0
En el caso de la dirección 128.1.220.140 255.255.128.0, obtenemos sin embargo que pertenece a la red: 128.1.128.0
Otras formas de mostrar la máscara de subred.
Comúnmente la máscara de subred no se muestra completa sino que se añade a la dirección de red como el número de 1 consecutivos que tiene la misma en binario.
En nuestro ejemplo, nuestra máscara 255.255.128.0 tiene 17 1 consecutivos por lo que la forma de representar la dirección sería: 128.1.0.0/17
Laboratorio Práctico