Era uno de aquellos ciudadanos que, verdaderamente, se jugó el tipo por defender sus ideales… Formaba parte de esa generación de valientes que, gracias a su lucha diaria, construyeron la sociedad libre y democrática de la que hoy disfrutamos los más jóvenes. Personas como él deben ser el espejo en el que muchos de los de la cosa pública que hoy disfrutan de un sueldo pagado por el contribuyente se tendrían que mirar. Si eso fuera así, otro gallo nos cantaría todas las mañanas.
Descanse en paz.