La lactancia empezó muy bien, "la subida" de la leche fue pronto, en menos de 48 horas. La Chiquinina estaba bien, dormía y tomaba teta, estaba tranquila, y ganó peso muy bien la primera semana, un poquito por encima de lo que el pediatra considera normal.
La segunda semana dejé de notar los pechos cargados. Podía ser normal, porque la producción de leche se hubiese ajustado a la demanda, etc. ¿Pero tan rápido? Me parecía extraño. La niña dejó de portarse como un angelito, le costaba más coger el sueño, está mas inquieta y llora. Y todo esto terminó en que la revisión del pediatra nos confirmó que había ganado poco peso. El promedio diario era la mitad que en la semana anterior.
Empiezan las dudas, la incertidubre, ¿lo estaré haciendo bien?¿tendré poca leche?...Parece ser que la anemia importante sí puede ser motivo de disminución en la producción de leche...¿Pero entonces porque la primera semana todo fue mejor?
Todo esto sin haber cambiado nada en las tomas: siguen siendo frecuentes ( cada dos horas aproximadamente, pero es sólo una orientación, alguna vez son tres horas y alguna vez son tres cuartos de hora). Y siguen siendo largas ( una hora fácilmente, para algunos una barbaridad...)
Durante la toma a veces la niña dormita. A veces mama vigorosamente y otras veces no. A veces, después de un rato al pecho, parece que le llega un chorro de leche tal que casi se atraganta (¿?).
En fin, que seguimos igual, porque hoy hemos vuelto a pesar a la Chiquinina y está en la misma línea que la semana pasada. Veremos que nos dice el pediatra el jueves. Mientras tanto, espero cualquier comentario vuestro que me pueda ayudar.