— Si que le di la paliza, le pedí el dinero y no me lo quiso dar, así que se lo quite a las malas.
— No entiendo nada “le dije”. Me dio una explicación, que se puede trasladar a lo que está pasando en Catalunya con los separatistas. En la cabeza calenturienta de los separatistas, por mucho que se salten la ley, por mucho delitos que cometan en contra del estado de derecho y la constitución. Para ellos no están haciendo nada malo y por lo tanto no consideran la sedición como un delito, sino como un arma totalmente legal para conseguir un objetivo que es a independencia. Y aquí entran los jueces y el Estado para obligar a cumplir la ley, por la buenas o por las malas.