Por supuesto me refiero al PP el partido más corrupto de Europa que, como he dicho varias veces, si España fuese un país serio ya no existiría porque nadie lo votaría.
Desde el lunes en que Puigdemont y Comín ocuparon su sitio en la Eurocámara los diputados de PP y C’ no han parado de soltar estupideces, insultos y falsedades y hasta la mañana del miércoles 15 lo más estúpido lo había soltado González Pons del PP con un discurso insultando gravemente a Puigdemont al que calificó de delincuente fugado, terrorista y enemigo de la paz después que Puigdemont en su discurso había pedido el apoyo del Parlamento para solucionar el problema de Catalunya y España.
Pero el principal espectáculo de estupidez, grosería e incorrección los dieron el miércoles 15, precisamente el mismo día en que Human Rights Watch presentó su informe del año 2019 en cuyo capítulo dedicado a España y entre otras cosas se hace una dura crítica del vergonzoso juicio al procés.
El penoso espectáculo lo inició la pepera Dolors Montserrat, que tenía detrás suyo a su compañero de partido García Margallo pegándose una señora siesta, increpando a Puigdemont calificándolo de prófugo de la justicia y acusándolo entre otros delitos de haber atentado contra el Estado de Derecho y haber robado dinero de la ciudadanía. Puigdemont no solo contestó, sino que la dejó en ridículo pidiéndole primero que concretara cuales fueron esos delitos y recordándole a continuación que como eurodiputada está obligada a respetar la presunción de inocencia. Poco después y a continuación de un discurso de Comín, González Pons soltó otra letanía de insultos entre los que repitió la acusación de haber robado dinero de los contribuyentes haciendo el gesto con la mano que indica robo.
Como ocurre también cuando Pablo Casado y Cayetana Alvarez califican de delincuentes a los condenados del procés, todos estos insultos y calificación de delincuentes demuestran que los del PP aparte ladrones son una pandilla de mafiosos sinvergüenzas porque atacan a unos señores que fueron condenados por delitos que nunca cometieron, y lo hacen desde un partido que controla la Justicia a través del Opus, y en consecuencia después de haber robado y esquilmado inmensas cifras de dinero público, pero solo se juzgó y condenó a los que no había más remedio, mientras personajes como Esperanza Aguirre siguen libres, y los que fueron condenados lo fueron por penas ridículas que encima no cumplieron en su totalidad. En el caso de Dolors Montserrat la indecencia es todavía mayor porque hace años que su familia tiene una deuda con Hacienda de 4 millones y en el período de menos de 2 años en que fue ministra su patrimonio se dobló, pero por suerte para ella en España estas cosas no se investigan.
La corrupta Justicia española se ofende a la menor crítica. En una entrevista Pablo Iglesias dijo algo absolutamente cierto, que la resolución del Tribunal de la U.E. suponía una humillación para la Justicia española, pero el Consejo General del Poder Judicial le ha pedido nada menos que “prudencia, mesura y responsabilidad institucional para evitar LA UTILIZACIÓN POLÍTICA DE LA JUSTICIA (como la que Opus y PP llevan décadas practicando) o cuestionar la independencia, la imparcialidad y la profesionalidad (inexistentes en España)”. Por supuesto que tienen toda la razón, ¿cómo puede admitirse que Pablo Iglesias desconozca que si la Justicia europea rectifica a la Justicia española el inmenso error es de los jueces europeos porque todo el mundo sabe que la Justicia franquista no se equivoca jamás?.
Por cierto, Lorena Roldan de C’ ha exigido a la fiscalía el exhaustivo control de las 48 horas de permiso penitenciario que se han concedido a los Jordis. No voy a calificar el hecho porque tendría que utilizar inmensas palabrotas. El problema entre Catalunya y España no se soluciona porque en Madrid no hay absolutamente nadie que tenga la más mínima intención de solucionarlo.