Los habitantes de Chascomús, en Argentina, siguen conmocionados por un hecho de características sobrenaturales al cual asocian con un milagro, cuyo epicentro en estación terminal de autobús de la ciudad, reseña diariopopular. Una imagen de San Expedito, el patrono de las causas importantes, justo desde en el día de su veneración, el pasado 19 de septiembre, derrama lágrimas que surcan el rostro de la estatuilla. Desde entonces, un auténtica legión de devotos y curiosos se han acercado al lugar para observar el fenómeno.
El episodio sobre el cual las autoridades eclesiásticas locales guardan la lógica cautela y reserva, fue percibido por una empleada de la terminal que al pasar frente a la pequeña bóveda vidriada en la que se encuentra la imagen del santo, vio que algo extraño ocurría en torno de la figura.<br>La mujer advirtió que una suerte de lágrima se desprendía del ojo izquierdo de la imagen emplazada en el hall de la terminal por lo que, emocionada, dio aviso de lo que había descubierto. Con un observación más minuciosa, pudo constatar que algo similar, aunque en menor magnitud, sucedía con el otro ojo de la estatuilla.
Los curiosos que acudieron al hall al escuchar el hallazgo también quedaron impresionados con lo que tenían ante sí y alguno se animaron a palpar las mejillas de la figura surcadas por las lágrimas, con lo que comprobaron efectivamente que aquello era una sustancia húmeda.
La noticia en torno al supuesto milagro corrió como reguero de pólvora por la ciudad situada a 120 kilómetros de la Capital Federal y en poco tiempo un desfile incesante de fieles se dio cita en la terminal para presenciar el fenómeno y certificar que efectivamente una sustancia líquida se desprendía de los ojos de la figura del santo.
Aunque la Iglesia Católica no se había expedido hasta ayer sobre el tema, en razón que impone estricta reserva cautela en el abordaje de estas manifestaciones de perfil sobrenatural, centenares de fieles atribuyeron el fenómeno en torno a la imagen de San Expedito como un “milagro” y hasta hubo quienes interpretaron las lágrimas del santo como una bendición para la ciudad.
Por ejemplo, fieles de la parroquia San José Obrero organizaron rondas de rosario en torno a la imagen, actividad litúrgica que fue seguida con emoción y respeto por el cada vez mayor numeroso de creyentes que se acercaron al lugar convencidos que el fenómeno constituía una bendición del santo para afrontar las necesidades y urgencias de Chascomús.