Casi es una costumbre. Todos los años vuelvo alguna vez a pasear por las Lagunas de Neila. Hasta ahora me dirigía habitualmente hacia las lagunas de la Cascada, o las más altas: la Negra y la Larga. Pero en esta ocasión he alargado más el paseo en dirección a la laguna de los Patos, y a la que llaman Brava, que todavía no había visto.
Desde luego que también visite alguna de las siete lagunas que componen este precioso parque natural.
Y como siempre sorprenderme con las formas que toman los pinos del entorno.