Revista Baloncesto

Laia Palau, la rutina de lo extraordinario

Publicado el 19 junio 2017 por Toni_delgado @ToniDelgadoG
La capitana, que en la intrascendente derrota ante la República Checa (67-63) se convirtió en la jugadora con más partidos en la selección (259), repasa su carrera para Cronómetro de Récords junto a otros testimonios  

Laia Palau, la rutina de lo extraordinario

Laia Palau supera a Kulichova. Foto: FIBA Europe. 


Nunca ha sido de tener ídolos. No se ha obsesionado con nadie porque quizás Laia Palau (Barcelona, 1979) siempre ha tenido claro que podía aprender de cualquiera. Por más que los números, los entrenadores, las jugadoras, los periodistas y la afición la señalen como alguien especial, ella se siente una deportista más. Apodada La Chispa y La Jefa, a la capitana de la selección se le sigue cayendo la baba con su oficio. Es una ganadora hambrienta que arropa a las nuevas en un grupo que, por más que renueve sus piezas, conversa el espíritu colectivo y la solidaridad. La derrota intrascendente ante la República Checa en su Eurobasket (67-63) pasará a la historia por ser el 259º partido como internacional de Laia Palau (dos puntos, 1/4 en tiros de campo, cinco asistencias y dos rebotes) con la selección, uno más que Amaya Valdemoro. 
“Tiene un don especial para liderar, y lo hace muy bien. Aunque sea mi compañera, yo sigo siendo fan de Laia Palau”, reconoció Leticia Romero en La Hora de Lok@s, de Pasión por el baloncesto radio. “Seguirá jugando hasta que ella quiera. No la retirará nadie”, aseguró el seleccionador, Lucas Mondelo, hace tiempo en el mismo programa. Tras el Eurobasket aparcará el baloncesto de élite europeo (al USK Praga lo hizo campeón de la Euroliga, igual que al Ros Casares), y jugará en las Jayco Rangers de la WNBL australiana, actuales subcampeonas. Conoce cuál debe ser su rol y el de sus compañeras en todo momento. Es una estratega pasional que piensa más rápido que la mayoría y tira lo justo y necesario. Frecuentemente en el momento oportuno.  
Sandra Ñúñez, de enCancha, se enteró de que compartía un vínculo especial con Laia Palau en clase de francés. La mencionó en una redacción: “Mi profesor me dijo que no sabía que me gustase el baloncesto. ‘¿Sabes que Laia Palau estudió aquí [en el Institut Ernest Lluch, conocido antes como Parc de l’Escorxador]?’ Me pasé todo el día contándoselo a todo el mundo”. Puede que Íngrid López, de Basketball Edits, reaccionase así después del detalle que su tuvo con ella su amigo Marc Doncel, de Contracanasta. Nos lo cuenta él: “Laia es muy, muy, pero que muy crack. En el Media Day del Mundial fui a pedirle un saludo para Íngrid, y acabó siendo un audio de minuto y medio”. En las distancias cortas es muy dicharachera, algo que le quedó claro a Juan Carlos García, de Jucargarma.es: “Saludé a una compi suya al acabar un entrenamiento de España y pasó por el medio haciendo una broma. Se me cayó su mito de seria [se ríe]”. “Tengo alguna foto de Laia y mía en su época en el Uni de Barcelona”, interviene Meri Sariol. “No estoy cualificado para opinar sobre Laia. Imposible describir su aportación al juego y su juego”, reconoce Héctor.  Era capaz de jugar 25 o 30 minutos sin anotar y dar muchísimo al equipo. Esas jugadoras para mí son MVP, no las que meten 30”, explicaba hace un tiempo en Cronómetro de Récords Roberto Iñiguez, que la entrenó en Valencia: “Físicamente es una privilegiada”.
“Siempre va de cara. No le gusta la gente falsa”,confiesa alguien que la conoce muy bien. “Siempre dice que conmigo aprendió mucho en el Universitari de Barcelona [llamado después UB Barça]. Dio un salto de calidad y aumentó su capacidad de sufrimiento”, expone Carme Lluveras, ahora analista de Catalunya Ràdio. 
El Mundial de China fue su primer gran torneo con España: “Está claro que tengo un muy bueno recuerdo de ese campeonato. Fue un año en el que hubo muchas lesiones y me colé en el último momento entre las 12 escogidas”, reconoce a Cronómetro de Récords Laia Palau, muy agradecida por el trato y la oportunidad que le brindó Vicente Rodríguez, Cholas. Una derrota imperdonable en el debut ante la anfitriona hipotecó las aspiraciones de la selección, derrotada en cuartos por Estados Unidos y que acabó quinta. Tercera sería, un año después, en el Eurobasket de Polonia, donde Marta Fernández y Núria Martínez reactivaron a un equipo que perdía por 17 puntos a falta de nueve minutos y medio. Laia Palau también resultó vital. 
Fija para todos sus seleccionadores (Vicente Rodríguez, Domingo Díaz, Evaristo Pérez, José Ignacio Hernández y Lucas Mondelo), la actual capitana del grupo ha jugado tres Juegos Olímpicos (se perdió los de Londres 2012 tras el fracaso en el Eurobasket de Polonia de 2011). En Atenas 2004 la selección se quedó a media uña de eliminar a Brasil en cuartos: “Quizás nos faltó experiencia. ¡Fue allí donde conocí a la delegación de las Islas Palau! ¡Fue así como descubrí que tenía un país!”. En Pekín 2008, la misma barrera, con Rusia y una estadounidense nacionalizada como pesadilla constante: Becky Hammon. En Río 2016 Laia Palau resultó vital para que España lograse su medalla olímpica: una plata brillante, el mismo techo en un Mundial (Turquía 2014). El mismo metal que se colgó en el Eurobasket de 2007. Bronce fue en los Europeos de 2009 y 2015, y en el Mundial de la República Checa de 2010. Y fue decisiva para ganar el Europeo de Francia de 2013. En la República Checa sueña con retirarse de la selección con una nueva medalla y seguir haciendo de lo extraordinario una rutina. 

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