# CONSTRUCCIONES MADE IN CHINA
Decidimos levantar
las cuatro paredes a toda prisa
con ladrillos de barro
y argamasa de metralla de vidas pasadas
haciendo oídos sordos a las banderas que ondeaban
como cuervos de carroña
e ignorando el olor a podrido de las musas muertas de anteayer.
Corrimos a refugio de cuatro paredes
ingenuos a tientas en tinto sin sed.
Y la hostia fue una puta mal avenida.
Sin cimientos, aún si prender la luz
ya se nos venía la vida abajo.
Porque aquello no podía ser cierto.
Porque aquello tenía que ser
un elefante rosa
funambulista
funambulando
muerto de hambre
en la cola del
puto paro.
Tu posguerra llegó y yo sufrí
tus cartillas de racionamiento
como un gilipollas que pasaba por ahí
y sale apaleado
como un perro:
momento lugar
EQUIVOCADO.
Cariño, se derrumbaron nuestros muros
de cínica utopía;
vecinos se asomaron
arreglaron sin efecto cuatro pernos en la puerta
y huyeron por si los daños.
La puerta, la maldita puerta,
único escombro en pie maltrecho
cerrada sin vigía en aledaños
testigo de la vida en nuestro pecho,
vertió el golpe maestro
y nos dejó
sin darnos cuenta
girando como peonzas cojas
sobre
nosotros
mismos.
Laira Valdi. Fragile (Edición de autor, 2016).