Laissez-faire, egoismo y Ayn Rand

Publicado el 05 febrero 2013 por El Patíbulo

Vayamos con una de las escritoras más brillantes y polémicas: Ayn Rand. Aboga por la razón, el individualismo y el capitalismo. Una acérrima liberal, que tras la huida de Rusia se afinca en Estados Unidos. En una excelente entrevista de Tom Snyder sostenía que la deriva estadounidense se debía a que USA estaba siendo destruida por su filosofía, desde las universidades. Achacaba a la falta de liderazgo intelectual de la derecha en instituciones de la categoría de Harvard o Yale el florecimiento de las ideas de Kant, cuya filosofía promovía el colectivismo, misticismo y altruismo, que sería el sacrificio de uno mismo e introduce el sentido de la culpa por tener éxito. Es la pérdida del orgullo de ser estadounidense. Immanuel Kant como villano que distorsiona la realidad. La mente del hombre no es válida, las cosas que percibe, no están ahí. Las cosas en sí mismas, existen en otra dimensión. Lo cual se traduce en que debemos cumplir nuestro deber en la tierra, en olvidar el beneficio en uno mismo. La figura del altruista: no deberías ser feliz, sacrifícate por otros, así se es moral. La manera kantiana de hacer las cosas sin ganar nada con ellas, para ser moralmente correcto. Los defectos de la posmodernidad están relacionados con esta aplicación filosófica: no tener valores, ni objetivos ni interés propio. El error radica en no tener una idea independiente del mundo. Frente a Aristóteles, padre del país y el verdadero filósofo, sin contar su parte platónica. Rand es la inventora del Objetivismo, filosofía que sostiene que la vida es fundamento de derecho. El individuo tiene derecho a existir por sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a los demás para su bien. La realidad existe de forma objetiva. Los hechos son independientes de los sentimientos, deseos o temores humanos. Hace una apuesta por vivir de acuerdo a la propia naturaleza, seguir el criterio de la propia mente. Considerarse a uno mismo como un valor que vale la pena preservar. Puedes hacer felices a los demás cuando, y si, esos otros significan algo para ti, de manera egoísta. Si los amas, quieres hacerlos felices. Cada uno de nosotros ha de ser egoísta para así ofrecer la mejor versión de nosotros mismos. Censura el Estado del Bienestar, ya que a su juicio este sistema se basa en criticar las virtudes y no en los fallos, la era de la envidia. El ataque a la inteligencia, a las actividades racionales, sobre todo cuando se tiene éxito. Por trabajar duro, por consistencia, ambición. La gente te hará sentir culpable por ello. Es la tendencia a criticar a las personas por sus logros, por aquello que tenga valor y no por su maldad. Los que predican esto están a favor de los malvados: los frágiles, los mentirosos, los estafadores. Cualquiera que sea débil adquiere valor. Al mismo tiempo que lo exitoso es denostado. Estos derivados del kantianismo, frente a los cuales la sociedad civil ha de enfrentarse y evitar el colapso.