Lamentable espectáculo

Por Malagatoro

Dos ejemplos de la tauromaquia moderna que se enseña en las escuelas taurinas, en esta ocasión por parte del novillero sin picadores José Cabrera, al que el palco “premió” con las dos orejas.


“Lamentable espectáculo”, por Juanjo Franquelo

Lamentable espectáculo el vivido esta tarde en la Malagueta. Empezando por el “iluminado” que ha decidido que sea presidente el señor José Antonio Trujillo. Ya habíamos comprobado el gran nivel mostrado por los alumnos en formación, coordinados por José Luis Fernández Torres, que estuvieron en el palco durante el ciclo de becerradas que tuvo lugar en la Malagueta el pasado mes de junio. Desconozco los motivos por los que no han vuelto a la presidencia y se ha subido al palco a un señor que ha demostrado otras veces su manifiesta incapacidad para presidir un espectáculo taurino en un coso de primera categoría. Si a ello unimos que se encontraba asesorado por el matador Salvador Farelo, que es de los que piensan que a los niños hay que ayudarlos dándoles trofeos, la cosa ha quedado meridianamente clara. Bastante errado está el ex matador. A los alumnos hay que pedirles el máximo y darles el mínimo, porque eso es lo que se van a encontrar en el futuro. Bueno, aunque realmente ninguno de los que hemos visto en el ruedo de la Malagueta tiene futuro en el mundo del toro.
En cuanto a los actuantes, prefiero no hacer sangre y que les vaya bien. Ninguno vale un céntimo, porque desconocen lo más básico para ponerse delante de una res, y sus profesores no se lo que pintan en el callejón. Ninguno ha sido capaz de enderezar una faena empezada mal. No les han señalado los terrenos adecuados y, en resumen, han sido meros espectadores de las pésimas faenas hechas por sus pupilos.
Mención aparte merece la actuación de Lavado. Ya deberían quitarle el apodo del “Pingarra” y ponerle el del "cangrejo" porque va para atrás al igual que andan estos crustáceos. Cada vez que lo veo lo hace peor y ya deberían actuar los señores Cámara y Plaza y decirle que así no se llega a ningún lado. Aunque dudo de la capacidad de estos rectores de la Escuela Taurina de Málaga. Pues en seis años, no han sacado por si mismos nada aprovechable de la Escuela.
Ahora que me lleguen los “avisos”, por parte de terceras personas, de que se me va buscando para “darme un recadito”, como ya ha sucedido otras veces. Si piensan que de esta forma se solucionan incapacidades e ineptitudes, que sigan buscándome.