Lamentaciones de un prepucio. Va por ti, Dios

Publicado el 19 septiembre 2010 por Gloriaalgorta

Lamentaciones de un prepucio

De todos los pecados capitales, con el que mejor me llevo es con la pereza. Digamos que tengo cierta tendencia a que el tiempo me lleve por delante y me haga preguntarme una y otra vez donde se esconden las horas del día, que se suceden mucho más rápido de lo que mi mente y mi cuerpo son capaces de asimilar. Este es el destino que me persigue.

Por eso estoy tan orgullosa de mí misma en estos momentos. Acabo de leer la última página del libro Lamentaciones de un prepucio (Blackie Books 2010) de Shalom Auslander y me he lanzado sin perder un segundo al ordenador a escribir este post, sin perder un minuto (medida: mi propio sentido del tiempo)…

Este libro es una bomba directa a la línea de flotación de la fé humana. Ja! Qué grande ver que los judíos viven tan acorralados por un Dios viejo e insensato como los católicos.

Han resultado tan enriquecedoras y reveladoras las confesiones del protagonista, que egoístamente me han liberado a mí misma. Poder compartir la locura infantil de mentira-pecado (cuando me confesé para hacer la primera comunión no sabía que decir, así que opté por inventarme los pecados, lo juro. Eso me convirtió en doblemente pecadora y por lo tanto, condenada… Hice la Primera Comunión temiendo que la Iglesia se desplomara sobre mi cabeza).

Yo también creía en un Dios personal, sobretodo porque todo lo que hacía, Él se lo tomaba personalmente. Hasta que mi hermano se enfermó y decidí romper con Él y ampararme en la Razón. Eso de esperar la recompensa en el otro mundo se me antojaba demasiado esperar. Por ello me ha resultado tan enormemente grande encontrarme un alma gemela (aunque judía), que no logra entender cómo un Ser superior puede ser tan vengativo, caprichoso e injusto (¿Qué me dices de Bil Landen, de los ejércitos de chillones devotos que siguen matando por El?).
Este libro es altamente recomendable, me atrevería a decir que imprescindible. Es divertido, jocoso, inteligente y sobretodo, lúcido. “Cada paja adolescente, recuerda Shalom apesadumbrado, suponía un asesinato en masa de tantos millones de espermatozoides como tres holocaustos”… Atrévete a mejorar esto.
Y para no variar, el libro contiene gazapos:
En la pág. 64 falta un acento: “Ya le lijare yo a Usted los bordes”, este lijare lleva acento.
Y de la pág. 68 se pasa a la 70 sin 69 de por medio (aunque si nos paramos a pensarlo, igual también ha sido designio divino).

Como siempre, os dejo una entrevista al autor, por quien me declaro perdidamente subyugada, y de quien pretendo llegar a ser Presidenta de su Club de Fans.

  • Share this:
  • StumbleUpon
  • Digg
  • Reddit
0.000000 0.000000