LAMENTO NOCTURNO.
Había tratado por todos los medios de mantenerla con vida, sabía perfectamente que ella volvería, pero algo salió mal, ¿Qué salió mal?, no lo sé, no la amaba, ya no la amaba más, pero siempre se mantuvo a mi lado, a pesar de mi tosco temperamento y mi serio problema de esquizofrenia, siempre atenta a mis medicamentos, lo sacrifico todo por mi, por estar conmigo en todo momento sin importar que sucediera, sin importar que extrañas cosas se formaran en mi cabeza.
¡Murió!, que dolor, un accidente, los autos van demasiado rápido, ella acelera quiere correr, sentir la velocidad en su rostro, nada le preocupaba, por primera vez la vi pensando en ella misma; un ruido, un impacto, todo se revuelve y de pronto estamos debajo del auto destrozado entre un montón de escombros, los cuerpos de emergencia no tardan, se sorprenden de que yo siga con vida y sin un solo rasguño, pero ella, oh por Dios, su corazón apenas late. El tiempo en el hospital es demasiado largo, un hombre alto y de mal semblante me llama- su esposa sigue viva- yo sonrió- no se confunda, su cuerpo vive pero su cerebro está muerto, ella es un vegetal y solo usted tiene la última palabra.
No sé qué rayos sucedió después de esa corta conversación pero despierto en una de las camas del hospital, busco mis medicinas la nueva droga que me han dado mis psiquiatras ha desaparecido, quizá la perdí en el accidente pues los médicos no la tienen. Me llevan a ver a mi esposa, está rodeada de cables y tubos, hablo con el médico, seguirá conectada pero en nuestra casa.
Por años trabaje en el estudio de la reanimación corporal y tuve grandes avances, incluso varios patrocinadores, claro antes de que mis accesos fueran más agudos, después lo perdí todo; una vez en casa pongo en práctica toda esa ciencia física, uso electrodos, imanes, todo lo que tengo para traerla de vuelta, después de días de trabajo obtengo una débil respuesta, ¡lo hice, lo logre!, ella despierta y viva se encuentra como si nada le hubiese pasado, pero los días pasan ¿Qué fue lo que traje a la tierra?, un cadáver vivo, ella está viva pero fría y triste, sus ojos perdidos en el vacío, su voz ausente, no habla, no ríe, no llora solo es una fría y triste roca. Una mañana despierto solo, al levantarme veo el cuerpo inerte de ella atravesado en la cama, terminó, terminó todo ahora está realmente muerta.
Los días pasan, el funeral fue triste, sigo bajo prescripción médica pero ahora estoy solo, unas personas llaman a mi puerta al abrir veo dos sujetos trajeados que se presentan como agentes de investigación.
-Señor venimos a informar sobre el robo de su auto.
-Caballeros creo que es un error, perdimos el auto en el accidente en que murió mi esposa.
-Señor su esposa hace dos semanas hizo el reporte, se lo robaron, además estamos aquí por otra razón.
– ¿De qué están hablando?
-Nadie ha visto a su esposa en días, su familia está preocupada.
-Ya se lo dije ella murió.
¿Qué pasaba?, ¿Qué estaba pasando?, ¿Qué era todo esto?, entonces lo escuche, fue un grito, un lamento tan desgarrador, como el trino de un ave herida, como el trueno de la tormenta. Los agentes abren mi habitación y se retiran asombrados y con gestos de asco, allí esta ella pero…descompuesta, el hedor de los cadáveres putrefactos envuelve la atmosfera, siete cuchilladas en el pecho, su mano aprisiona un nota, mis ropas en un rincón cubiertas de sangre y bajo ellas el arma homicida, uno de los agente me muestra la nota.
«Nueva droga ineficaz, urge traiga a su marido a la clínica, no pierda ni un minuto más»
Eso decía la nota, ¿Qué hice Dios mío?, el lamento se vuelve burla, una risa terrorífica que taladra mis oídos, busco en mi bolsillo y allí está la droga que no freno mi torcida realidad, la droga que nunca calló ese lamento nocturno.
JMANUELCRUZ.