Ya estamos en verano. La época ideal para aprender cosas nuevas y aplicarlas a nuestras estrategias de marketing y posicionamiento web, para relanzar nuestro blog o pequeña empresa, reciclar nuestros conocimientos sobre diseño gráfico y, en general, darle un buen lavado de cara a ese proyecto que, con tanta ilusión, sacamos adelante día a día.
Y es que ser "emprendedor" hoy en día no es fácil, sobre todo cuando empezamos desde cero, con muchísimas ganas e ilusión pero pocos recursos... o ningunos. Yo soy de las que opinan que para sacar adelante un buen proyecto, hay que invertir. Da igual lo que sea: dinero, tiempo, ... Pero invertir en él, sacrificando otras cosas.
Si te contase la inversión económica y de tiempo que hay detrás de este blog... ¡no te lo creerías! Pero ha merecido la pena porque, al fin, empiezo a sentir que es posible. Que no me he equivocado y esto no es un error. Aunque he de decir que, si me hubiese equivocado, me llevaría un disgusto, pero no tiraría la toalla. De los errores también se aprende. ¡Y mucho!
Así que este verano ¡pónte las pilas! Reserva un par de horitas al día para aprender cosas nuevas, ponerlas en prácticas y probar si te funcionan o tienes que seguir buscando otras alternativas. No desistas si no aciertas a la primera y sigue intentándolo una y otra vez. Es mucho mejor saber que es una equivocación a seguir con la duda de... ¿Que hubiera pasado si...?
Invertirás los pocos recursos que tengas o puedas, horas que podrías dedicar a ir a la playa, la pisci o tomarte unas cañitas... pero en otoño, cuando veas que tus visitas suben, tus redes sociales empiezan a moverse y empiezas a hacerte un huequecito, por pequeño que sea, en este mundillo de internet... ¡sentirás que ha merecido la pena!
Por eso, quiero animarte a echarle un ojo a algunos de los tutoriales gratuitos que tengo en este blog y que tal vez puedan darte un empujoncito:
Y quiero regalarte unas láminas con frases motivadoras para emprendedores, para que puedas imprimirlas, enmarcarlas y ponerlas junto a tu ordenador, en tu mesa de trabajo, para leerlas en voz bien alta y con mucha seguridad en tu idea, mientras tus amigos y familiares disfrutan de la piscina, la playa o esas cañitas en la terracita al lado de casa...
Y recuerda, como decía Walt Disney, ¡Si puedes soñarlo, puedes hacerlo!