Octubre ya nos da abrazos de oso. Les presentamos, señoras y señores, al otoño por fin. Hace más frío de la cuenta y moquemos más de lo que desearíamos, así que acomódense en casa con una manta y su bebida caliente favorita y agárrense a un buen libro que les de calor ♡.
Y por eso hoy también me arrimo a un libro, porque seguro que a él no se le fríe ninguna lámpara y me deja la historia en negro, porque duraré leyéndolo lo que tarden mis ojos en cerrarse por la noche, o lo que tarde en llegar a la parada del autobús por las mañanas, pero seguro que no me dejará a medias por un fallo técnico ni otras bromas cósmicas del cine.
El libro se titula 'Dioses sin hombres' y lleva poco tiempo conmigo pero de momento me está agradando su ritmo adulto, su tono reflexivo, su profundidad y sus personajes tan personas y tan poco personajes, con su manera de contarlo todo como si fuera un cámara y no una novela, con la fantástica narración de Kunzru al servicio del lector, para su disfrute. Y hasta aquí leo, o más bien he podido leer. Aunque sabiendo que no me va a traicionar ninguna lámpara (a no ser que sea la del flexo) que me deje a medias, tengo ganas de cogerla de nuevo, sentarme con mi manta y LEER.