Fulguraciones del ojo negro. ©️AJR, 2018
Venga a doblarle el héroe de la nochela testuz dura al toro enmaromado
de la imaginación. Deje un derroche
de sombras fantasmales, un dechado
de perfección formol y una inocente,
pequeña, astuta, noble, vil, contraria
al equilibrio justo —e improcedente—
manera ambigua de cantar. Falsaria mano la que se alza contra el viento,
mano que siembra siempre avena loca,
mano domada, nunca mano nómada. En las silabaciones del momento,
cuando el azar seguro lo trastoca,
el poema es consciente de su nada.