Sucedió lo que se esperaba y sabía. Lance Armstrong tiró de la manta y llegó el turno del ex-presidente de la UCI, Hein Verbruggen. Según Armstrong, el alto directivo tapó un positivo suyo en el Tour de France 1999. El norteamericano afirmó que Verbruggen lo protegió porque después del caso Festina (1998) el Tour no podía soportar otro caso de dopaje. También mencionó a otro ex-presidente de la UCI, Pat McQuaid. Armstrong indicó que “después de la manera en que me han tratado, no voy a protegerles. No les debo lealtad. No voy a seguir mintiendo para protegerles. Les odio”. La venganza del chivo expiatorio está en marcha.