Langostinos con salsa de cúrcuma y jengibre

Por Mariangeles

 

¿Cuántas veces has querido darle un toque exótico a la cena o almuerzo, pero piensas que es demasiado complicado o que el ingrediente principal (esa cúrcuma vibrante) es solo para el arroz? ¡Pues borra esa idea! Hoy vamos a hacer un viaje de sabores sin salir de nuestra cocina, y lo más importante, sin complicarnos la vida.

Esta receta de langostinos  es la prueba de que se puede mezclar el estilo de nuestra casa con los toques vibrantes de Asia. La cúrcuma, el jengibre y la leche de coco se unen en una salsa cremosa y dorada que es pura magia. No tienes que ser un chef para conseguir esta textura sedosa y envolvente. Es la típica receta de 'quedar como una reina o un rey' con muy poco esfuerzo, que te anima a jugar con las especias sin temor. ¡Atrévete a probarla, porque el miedo a lo diferente se queda fuera de esta cocina, ya lo sabes!

Esta receta es para 2 personas y utiliza ingredientes comunes para crear una salsa vibrante y sedosa sin necesidad de nata.

Ingredientes:  

- Langostinos Tigre (en este caso) 10 unidades    Crudos, pelados, dejando solo la cola.

- Aceite de Oliva (AOVE)3 Cucharadas    Para saltear.

- Ajo2 dientes    Picado finamente.

- Jengibre Fresco1 cucharadita    Rallado o picado muy fino.

- Cúrcuma en polvo1 cucharadita    Para color y sabor terroso.

- Leche de Coco150 ml    De lata, idealmente la parte más espesa.

- Miel1  cucharadita    Para equilibrar el sabor.

- Zumo de Limón o Lima2  cucharaditas    Para dar brillo.

- perejil o cilantro Al gusto                 Para decorar 

- Sal y PimientaAl gusto

Preparación (15 Minutos)

  1. Pela los langostinos (deja la cola si quieres), retira el intestino y sécalos bien.

  2. Sazona ligeramente con sal y pimienta.

  3. Calienta 2 cucharadas de AOVE en una sartén a fuego medio-alto.

  4. Cuando esté caliente, añade los langostinos. Saltéalos durante 1.5 a 2 minutos por cada lado. Una vez que estén rosados y opacos, retíralos de la sartén y resérvalos en un plato.

  5. Baja el fuego a medio. Si la sartén está seca, añade la otra cucharada de AOVE.

  6. Agrega el ajo picado y el jengibre rallado. Sofríe durante 30 segundos, sin que el ajo se dore (aquí hay que hacerlo con cuidado, que el ajo quema pronto y amarga)

  7. Añade la cúrcuma y remueve 10 segundos.

  8. Vierte la leche de coco y la miel. Lleva a ebullición suave y deja que reduzca un poco (aproximadamente 1 minuto) para que la salsa se espese ligeramente.

  9. Retira la sartén del fuego y añade el zumo de limón/lima. Mezcla bien.

  10. Vuelve a introducir los langostinos reservados en la sartén. Mueve suavemente para que se impregnen bien con la salsa caliente.

  11. Sirve inmediatamente y decora con abundante cilantro fresco picado o perejil.

Para acompañar: Esto quedaría espectacular sobre un poco de arroz basmati o como plato principal con una ensalada de hojas verdes y aguacate. Yo utilicé el basmati salvaje,  salteado con cebolla y champiñones (que me habían sobrado de una comida anterior).

 ¿has visto qué sencillo y rápido de hacer? y el sabor, espectacular...

Sin llegar a ser una receta típica asíática, sí se podría calificar como de "fusión", ya que en vez de utilizar un aceite vegetal utilizamos el AOVE, o he utilizado menos especias de las que lleva un típico curry asiático.

 La combinación de leche de coco, cúrcuma y jengibre es la base de muchos platos de curry y salsas en Tailandia, Malasia, Indonesia y en la India.

La cúrcuma se usa en otros lugares, pero es la especia que da el color dorado a muchos currys asiáticos

El jengibre  es un aroma que se utiliza para darle ese toque fresco y picantito, típico también de la cocina asiática.