las 10 mejores series de 2010

Publicado el 06 enero 2011 por Lapalomitamecanica
Julen Alonso y The Great Tximino
Las mejores mentes criminales siguen coronando nuestro ranking

2010 ha sido un año de gran actividad para los fans de la ficción televisiva, no solo llegaron a su final -con resultados diametrálmente opuestos- dos de las series que dieron comienzo a esta fiebre por todo lo que surja de la pequeña pantalla, Lost y 24, sino que también recibimos con los brazos abiertos a varios pesos pesados cuyos estrenos han navegado desde la sorpresa (Spartacus, Nikita) al conformismo pasando por la decepción más absoluta. 
Ese último ha sido el caso de The Walking Dead, la gran ausente en este ranking junto a Perdidos. Curiosamente, las dos triunfaban con una premisa planteada de forma maestra para terminar desinflándose por un guión mal planificado donde la totalidad de su fuerza recaía en la épica y no en la trama. Con la serie de zombis de Frank Darabont aún están a tiempo de arreglarlo, pero me temo que Perdidos ya ha pasado a los anales de la historia como una de las grandes bromas de la humanidad desde La Guerra de los Mundos de Orson Welles, o quizás me he pasado un poco...
Si lo que te apetece es descubrir cuales han sido las series que nos han hecho vibrar de verdad en 2010 gracias a personajes memorables, guiones sorprendentes, o directamente, niveles de calidad que ya querrían para si la mitad de las películas que llegan a nuestras carteleras, adéntrate tras el salto en el ranking de las 10 mejores series de 2010.
10. El Séquito (Temporada 7)
La cuadrilla de Queens ha recuperado su trono en lo más alto del panorama Hollywodiense en 2010, e irónicamente lo han logrado con lo único que les faltaba por hacer: caer en picado. Argumentalmente, se entiende.
En la última temporada completa de Entourage hemos asistido al infierno de Vincent Chase a la vez que recuperábamos el sabor clásico de la serie tras un par de entregas más que desdibujadas. La trama principal volvía a ser la búsqueda de un proyecto para Vince, un eje que nunca debió perder. Pero además, los personajes han llegado a su evolución plena tras 7 años y  sus dos estrellas (el actor y su agente, Ari Gold, que sigue pidiendo un Spin Off a gritos) han rozado su propio límite.
Entourage siempre ha sido la mejor forma que tenía Hollywood de reírse de sí mismo, pero lo de esta temporada es una autocrítica de manual. Un exceso de moralina que aunque no se aprecia en la serie como tal, si que está presente en un cuadro demasiado obvio lleno de pornstars y polvo blanco. Pero, ¿Quién se queja cuando nos permite disfrutar de Sasha Grey sin tener que ocultárselo a nuestra novia?
                 9. Mad Men(Temporada 4)                              
La serie favorita de Barney Stinson nos ha ofrecido en 2010 su entrega más completa. En la cuarta temporada de Mad Men hemos tenido episodios cómicos, casi siempre referentes a las humillaciones a las que se han tenido que someter nuestros publicistas para levantar su nueva empresa, pero también el drama ha tenido cabida. Y de qué manera.
El caos en el seno de la familia Drapper se incrementancon los problemas piscológicos de la pequeña, como si el divorcio aún sin cicatrizar no fuera suficiente carga. Pero donde ha vuelto a girar la trama central es en torno a los negocios. Hasta ahora, el único campo en el que Don había demostrado un olfato infalible. Hasta ahora. ¿Cómo seguirá la carrera del antaño mejor publicista de Madison Avenue?
Una serie que año tras año sigue manteniendo unos niveles técnicos de altura, pero a la que ya se le empieza a acusar cierto agotamiento argumental, y más cuando muchas de las situaciones vistas en esta cuarta entrega parecen la versión ampliada de los acontecimientos de la pasada. ¿Sabrán terminar Mad Men en AMC a tiempo?
8. Misfits (Temporada 2)
Llena de buenas ideas, Misfits es la demostración definitiva de que "menos es más", y es que esta suerte de mezcla entre Skins y Héroes no solo ha conseguido con un presupuesto menor y unos efectos especiales sencillos contar una historia de superhéroes creíble, sino que encima es rabiosamente graciosa y divertida.
Una de las sorpresas de la pasada temporada que ha mantenido el nivel (aunque decayendo un poquito) con una segunda entrega de la que hay que destacar su especial navideño, y en la que nos han traído más villanos para la galería, alguno de ellos realmente memorables como el chico de la lactokinesis
El gran pero de esta segunda entrega ha recaído en las incoherencias de alguna intriga y en sus finales trampa, algo facilones y decepcionantes. Pero más allá de esos fallos, propios de una serie rabiosamente joven y gamberra, sus trece capítulos no tienen desperdicio.
7. Rubicon (Temporada única)

La serie de la AMC es casi con total certeza el mejor estreno de este año, tal vez demasiado bueno para una época en el que las audiencias tienen poder absoluto. Quizás, su ritmo pausado, similar al de Mad Men pero sin el gancho de contar con modelos de Armani como actores, ha sido uno de las causantes de su cancelación.
Rubicon vuelve a la clásica historia de espías, pero en esta ocasión desde una perspectiva nueva. Ahora los protagonistas de la historia no son James Bond ni Jason Bourne, sino el genio de turno que se pasa horas enterrado en papeleo descubriendo conspiración y descifrando códigos, en un ambiente claustrofóbico y paranoico, donde nada ni nadie es lo que parece.
Además de la fotografía, su exquisita puesta en escena y la calidad de algunos personajes hacen grande a Rubicon, una serie que posee uno de los títulos de crédito más brillantes que hemos tenido el placer de ver. Afortunadamente, la AMC permitió a la serie acabar con dignidad y tenemos una temporada redonda, que aunque no concluye al 100x100, sin duda merece la pena un visionado.
6. Community (Temporada 2)

La comedia eternamente olvidada de la NBC ha conseguido lo imposible: consagrarse como una de las mejores series cómicas de los últimos años a pesar de vivir constantemente a la sombra de sus contemporáneas Big Bang Theory y Como Conocí a Vuestra Madre, con sendas fórmulas en evidente decadencia.
Community ha logrado superarse a cada paso y sin caer en la rutina, esta comedia surrealista que bebe -y mucho- del humor de Scrubs y la cultura pop más audiovisual, ya ha dejado capítulos que deberían ocupar puestos de honor en la mente de cualquier amante de la televisión. Y es que cosas como Modern Warfare o Epidemology 206, no se ven todos los días, y mucho menos en series que viven bajo la sombra de la cancelación. Sin duda, la mejor opción para renovar vuestra dosis de carcajadas semanales.
5. Boardwalk Empire (Temporada 1)

No cabe duda que era la serie más esperada del año, la que más prometía teniendo en cuenta quiénes estaban detrás. La HBO continuaba de esta forma su particular radiografía de la historia del crimen americano, en este caso sobre la prohibición del alcohol de los años 20 en los Estados Unidos. Una gloriosa época de gangsters entre los que destaca el astuto Nucky Thompson.
Y precisamente las altas expectativas han sido el peor enemigo de Boardwalk Empire. Evidentemente, nos encontramos ante una serie que ralla el sobresaliente, sin embargo todavía sigo pensando que no ha estado a la misma altura que otras joyas como The Wire o Deadwood. Un error que recae en un exceso de ambición. Han pretendido crear un ambiente tan perfecto, con personajes y escenarios impecablemente recreados, que se les ha olvidado recordar que lo importante es una trama con gancho.
Sin embargo, la serie protagonizada por Steve Buscemi nos ha dejado frases y momentos memorables dignos de situarla en el ecuador de nuestro ranking en lo mejor de 2010. Una posición que en parte le otorgamos por haber asentado un contexto nada sencillo que ya han prometido explorar en una segunda entrega. ¿Escalará puestos el próximo año?
4. 24 (Temporada 8)

Más allá de esa gran tomadura de pelo que ha sido Lost, la gran despedida de este año ha sido la del Chuck Norris televisivo, Jack Bauer. Un hombre que a lo largo de 9 años y 8 temporadas ha mantenido la paz mundial y nuestras dosis de adrenalina en el equilibrio justo. No podemos negar que algunas temporadas no han alcanzado el nivel exigible, como la tercera o la directamente horrorosa sexta, pero esta octava ha sabido cerrar la historia iniciada en la CTU de la forma más respetuosa posible. Tanto, que casi ha parecido un homenaje.
Tras el toque de atención del sexto año, los creadores decidieron que no debían salirse ni por un segundo del esquema en torno al que han girado sus entregas más brillantes (5,2,4,1, en ese orden). Una decisión que mataba toda oportunidad de arriesgar y sorprender a los fans, pero que ha servido para dejarnos un gran legado. El de la mejor serie de acción de la historia.
3. Fringe (Temporada 3)


Este ha sido el año de Fringe, por lo menos a nivel de calidad. El año en el que la serie ha alcanzado su máximo potencial equilibrando de forma maestra decenas de tramas y estructuras. No solo han mantenido la fórmula de episodio-caso regalándonos los mejores villanos de toda su historia (el estadista, el marionetista...), sino que además han echado toda la carne en el asador con la trama principal como nunca lo hizo su antecesora, Expediente-X.
Los universos por fin han conectado y hemos disfrutado plenamente de todas las variantes de nuestros protagonistas. A todos nos costó un poco empatizar con esa espectacular rubia con cara de estreñida a la que conocimos hace 3 años, pero Anna Torv con su doble trabajo ha conseguido labrarse un hueco en la primera línea de protagonistas televisivos. Además, ese pluriempleo también ha servido para que cojamos más cariño al pétreo Broyles y nos reencontremos con Charlie. ¿Qué más podemos pedir? Ah si, que aún faltan 13 episodios por emitir...
2. Dexter (Temporada 5)


Todos sabíamos que era complicado alcanzar el nivel de la cuarta temporada, y más cuando es más que evidente que la fórmula de Dexter ya empieza a oler un poco. Pero los guionistas lo han vuelto a hacer. En este quinto año nos han dado a los fans lo que siempre hemos pedido (más allá de la silla eléctrica), es decir, un "Robin".
Tras un primer episodio algo flojo, el argumento se puso sorprendentemente rápido en ese pulso tenso especialidad de la casa. La evolución de la relación entre Lumen y Dexter ha sido la más elaborada de toda la serie, y en el aspecto donde más difícil lo tenían, el season-killer, han optado por una introducción muy dosificada del personaje porque, seamos claros, era imposible mantener el nivel de Trinity, tanto a nivel de interpretación como de guión. 
El único "pero" llegó al final, con un cierre atropelladísimo donde Chase pasaba de ser un locuaz manipulador a un lunático más, mientras la psicología de Lumen caía por la borda del yate de nuestro protagonista mucho más rápido que los miembros perfectamente empaquetados del predicador. Una falta de agallas general que responde únicamente a la necesidad de mantener con luz clara el futuro de una serie que debería terminar en la próxima temporada.
1. Breaking Bad (Temporada 3)


El tercer año de la carrera criminal de nuestro profesor de ciencias favorito no solo ha consolidado la que ya intuíamos que era una gran serie, sino que también ha consagrado al otro apéndice del argumento: Jesse Pinkman. Tras 3 temporadas, Aaron Paul por fin consigue ponerse al nivel del siempre inmenso Bryan Cranston redondeando la mejor clase de interpretación del panorama actual.
Breaking Bad se ha convertido en la mejor excusa para desear que lleguen los lunes gracias a escenas como la del atropello en el último momento o el tiroteo en el aparcamiento. Pequeñas piezas de ese mosaico sin orden que es la nueva vida de Walter White, un hombre que jamás pensó que tendría un instinto de supervivencia tan desarrollado, que al fin y al cabo es en lo que han explorado esta temporada.
Más allá de sus protagonistas e incluso del guión -al que acusamos con la boca de pequeña de ser menos"redondo" que el de la pasada entrega- el gran éxito de Breaking Bad sigue siendo su impecable dirección. Es imposible encontrar a día de hoy un producto televisivo mejor cuidado y planificado. Cada episodio de Breaking Bad es una pequeña obra de arte y por fin podemos asegurar sin que nos tiemble la mano que Los Soprano han encontrado un digno sucesor.