John Powell
Aunque esta curiosa versión de Peter Pan no terminó de cosechar el éxito que se esperaba, no hay que negarle su vocación de dar a la historia una vuelta de tuerca, con un Capitán Garfio que hace su aparición a ritmo de Nirvana, nada menos. Y en esa línea de auténtico descaro podemos encontrar también un trabajo de John Powell (quien sustituyó a Dario Marianelli después de que su partitura fuera rechazada) que está entre lo más refrescante del año. Original y tan ausente de prejuicios como para incorporar sonoridades báltico-gitanas en escenas de lucha, esta banda sonora encuentra algunos de sus mejores pasajes en las escenas de acción, en las que Powell demuestra su versatilidad y su capacidad para manejar con astucia elementos dispares unidos a unas elaboradas orquestaciones.
Ryuichi Sakamoto, Alva Noto, Bryce Dessner
Este elaborado y poético western dirigido por un Alejandro González Iñárritu en estado de gracia (sin olvidar el inmenso trabajo del director de fotografía Emmanuel Lubezki) es uno de los favoritos de los Oscar. Y eso que Iñárritu ya lo consiguió el año pasado con Birdman. Supone también el regreso de Ryuichi Sakamoto al cine de Hollywood, sobre todo después de un obligado receso en su carrera por el tratamiento de un cáncer. Aunque en esta ocasión no podrá optar al Oscar por no permitirse trabajos compuestos por más de un compositor, decisión polémica de la Academia que ha sido recurrida por la productora. Acompañado por el creador de música electrónica alemán Carsten Nicolai (más conocido como Alva Noto) y por el compositor minimalista Bryce Dessner, subraya las poéticas imágenes de esta violenta historia sobre venganza y supervivencia. Un trabajo intenso e hipnótico.
Alexandre Desplat
Del compositor francés no sabemos qué selección hacer cada año. Siempre perfecto en la ejecución de sus trabajos, en 2015 nos ha ofrecido efectivas partituras, desde sus colaboraciones con Wim Wenders (Everything will be fine), Matteo Garrone (Il racconto dei racconti) o Robert Guédiguian (Une histoire de fou) hasta las más comerciales Suffragette y The Danish girl. Esta prolífica producción no desmerece en calidad, y entre ellas elegimos La chica danesa no solo por ser la que más opciones tiene de cara al Oscar, sino sobre todo por la delicada ambientación musical de esta historia de transexualidad dirigida por Tom Hooper. La banda sonora se sostiene sobre un hermoso tema principal que se maquilla en distintas recreaciones, adquieriendo su máxima expresión en hallazgos emocionantes como "The mirror".