Las 30.000 botellas de Sekt del Sr. Hubertus Reis, son como una gota en la inmensidad del mar

Por Heltroger

Tenemos que empezar diciendo que el Sekt (vino espumoso) es una bebida muy popular en Alemania, con un consumo anual de aproximadamente 500 millones de botellas, es tal vez el mercado más importante de vinos espumosos del mundo. En 1902 para financiar la flota del Kaiser Guillermo II se creo el impuesto sobre los vinos espumosos, que por razones fiscales y para recaudar el impuesto sobre el Sekt más facilmente, que es hoy en dia de 1,00 Euro por botella, se prefirio que fueran grandes empresas las que produjeran y vendieran los vinos espumosos las Sektkellerei.

En los años 80s las bodegas de vinos quisierón incursionar en el mercado del Sekt y para tal efecto buscarón una formula juridica que se denomina Winzersekt, esta diferenciación con el tiempo dio como resultado dos categorias de vino espumoso, el Sekt mas trabajado y de mejor calidad, hecho por las bodegas de vinos con tiradas pequeñas y las grandes empresas con sus miles y miles de botellas más aptas para los supermercados y el publico masivo.

Probe por primera vez hace un par de años en un Brunch del “Hotel Dom” de la ciudad de Colonia un Sekt Riesling brut de la Bodega de vinos del Sr. Hubertus Reis y me gusto. Dos años más tarde para la fiesta de matrimonio de mi hijo mayor, seleccionamos precisamente este espumoso para hacer el brindis por los novios y quedamos todos muy satisfechos. Hace un par de dias me desplace finalmente hasta Briedel, un encantador rincon de la Mosela para conocer personalmente a este reconocido enologo, que va cosechando premios y se ha hecho de un nombre en este competidisimo mundo del vino.

Muy puntuales como buenos alemanes empezo la visita, hicimos el recorrido de rigor por todas las instalaciones de la empresa, me conto que acababan de montar la segunda etapa de placas solares sobre el cobertizo donde guarda los tractores y la maquinaria agricola, me explico que toda la energia electrica que generaba era para autoconsumo. Tras de este corto pero provechoso recorrido donde pude apreciar la bodega en su conjunto, nos fuimos a probar algunos de sus vinos espumosos, quise empezar por lo que no conocia y elegi de primero un Rosado, el Sekt de Pinot Noir brut del 2012, su color salmon palido y su sabor me encanto, le pregunte por las notas de cata y que teniamos en boca y me respondio que fresas, a mi me parecio que pan tostado (no senti las fresas por ninguna parte), le pregunte a continuación si su inspiración provenia de la Champagne? y muy sinceramente me respondio,con un Si pero a continuación dijo “No quiero copiar un Champagne” fue tan categoricamente el Sr. Reis, que me impacto su respuesta.

Pasamos al segundo vino, otro mono varietal, era un 2012 Riesling Sekt Dry, lo que estoy haciendo –dijo él- es un Sekt netamente aleman, por tal razón la uva que más utilizo para elaborar mis vinos es la Riesling, catamos el vino y en boca resulto fresco y delicado, con notas citricas, hizo la salvedad que tomaba distancia del sabor intenso de una Champagne y que la discreta acidez le daban ese caracter tan especial.

Le pedi que queria conocer su viña y nos invito a ir en su camioneta, cruzamos el rio Mosela en ferry, tomamos el carreteable para subir la montaña en un recorrido que pasa por las diferentes terrazas, arriba dejamos el coche y observamos como las aguas azules del rio se deslizaban haciendo una curva y casi que estabamos en una isla, en un punto determinado de la mejor parcela la de “Briedel-Herzen” observamos desde lo alto las viñas de ladera, -confieso- que senti vertigo por lo pronunciado de la pendiente, trabajar allí requiere de una gran fortaleza fisica, en verano según cuentan la temperatura en medio de las viñas puede alcanzar más de 45 grados Celsius, ya que el suelo de pizarra retiene el calor y ademas, los rayos del sol caen de forma perpendicular abrazando la tierra. Las plantas estaban alineadas en perfecto orden, toda la viña se veia impecable, en total son 5 hectareas de viñedos propios que da como decia en el titulo, unas extraordinarias 30 mil botellas que son en la practica, como una gota en la inmensidad del mar del consumo aleman.