La antesala del Top 10
Sin más dilación, os presentamos la antesala del Top Ten de Las 50 mejores series de la historia de la televisión tras el salto.
15. Fringe
Después de finalizar la tercera temporada de Fringe y con una renovación por un año más bajo el brazo, la serie del director J.J.Abrams es hoy por hoy uno de los grandes iconos de todo amante del género scyfy.
J.J hoy en día es símbolo de Lost, pero si Fringe sigue por su cauce y tiene un final a la altura, estoy seguro que el director de la decente Star Trek será recordado como el creador de esta magnífica serie en lugar de serlo por la vendehumos Perdidos. Con un piloto sensacional, no se tarda en entrar de lleno en el mundo Fringe, el cual, a medida que avanza la serie se va volviendo más complejo y apasionante.
La segunda temporada representa realmente la base sobre lo que representa el llamado “Universo Fringe”, lo cual ya daría un salto definitivo con la tercera y hasta el momento última temporada. Olivia Durham, Walter Bishop y Peter Bishop llevan el peso del protagonismo en esta historia con tintes similares a Expediente X. Destacar a Anna Torv en su papel de agente del FBI, creando a un personaje con fuerza, que en ocasiones me gustaría que tuviera un mayor recorrido. Por supuesto, mencionar a Jonh Noble en el rol de “Dr. Frankenstein”, clásico actor de reparto que ha alcanzado la fama con un personaje tan peculiar como lo es el Dr. Bishop.
14. Oz
La vida carcelaria siempre ha sido un recurso efectivo en el cine, ya que a todos nos encantan películas como Cadena Perpetua o El expreso de medianoche. Sin embargo, Oz es mucho más grande porque cuando comienzas de verdad a ver el lado humano de cada uno de los prisioneros, te das cuenta de que el juego está amañado.
Oz es una serie triste, es una serie dura, no existe la felicidad, todo prisionero de antemano es ya un perdedor, no existe ni la esperanza ni el consuelo. La serie de la HBO nos adentra en un sistema carcelario al que critica y con dureza, sin por ello dejar a un lado las penas judiciales, algo que vamos conociendo de cada preso y que asombra su arbitrariedad.
Desde luego, el sistema está corrupto, un sistema que debería basarse en la reinserción en vez de la represión. Un círculo vicioso del que no comprendemos su envergadura hasta que tienes todas las partes del puzzle. Ciudad Esmeralda, es el punto de inflexión del sistema carcelario, sin embargo, ¿Cómo puedes ayudar a presos cuya vida no vale más que el respeto que tienen de sus compañeros?¿Cómo enseñar a tener esperanza a tener ilusión, cuando tu vida está sentenciada de por vida?
Pero la auténtica grandeza de Oz son sus personajes, todos ellos conocidísimos secundarios de series prestigiosas. Es el caso de Miguel Álvarez interpretado por un estupendo Kirk Acevedo (Fringe, Hermanos de sangre). Un preso de etnia latina, cuya historia de hechos delictivos produciría repulsión a cualquier persona, no obstante el espectador ve las circustancias de su vida, los hechos irrefutables y por ello, entendemos que en Oz es imposible ser mejor persona.
Una serie brillante, que al igual que A dos metros bajo tierra, nos dejan unos personajes extraordinarios que no dejaran de evolucionar en el correccional de Oswald, donde el valor de la vida nunca estuvo más devaluado...
13. Expediente X
A principios de los noventa, todas esas series de segunda fila centradas en casos paranormales o directamente terroríficos como Historias de la Cripta dieron pie a la primera serie con trama central que también tocaba todos los palos de lo sobrenatural. Pero Expediente-X pronto dejó de ser un programa para mentes inquietas y se transformó en una de las series más icónicas de la historia gracias a su cabecera y al bien llevado pulso entre sus dos protagonistas.
Si bien es cierto que sus mejores capítulos no pertenecían a la trama central (ese flashback del fumador, o el episodio de la casa interdimensional), lo que engrandece al argumento de la serie es la forma que tuvieron de contarlo. Los episodios clave se mostraban en momentos muy puntuales de la temporada (principio, final, y 1 o 2 más con suerte) obligando al espectador a juntar las piezas y establecer sus teorías.
Fue una lástima que en FOX no supieran poner punto final a Expediente-X dos temporadas antes de lo que lo hicieron, ya que aunque la octava y novena siguen por encima de la media en el género, supuso una total ruptura de la fórmula con ese Mulder intermitente y esa trama estirada hasta su -pelín- hilarante final con el fumador en la pirámide anunciando una invasión alienígena para 2012 (aunque esto es lo que pasa cuando te decides por zanjar una trama de forma concreta sin recurrir a limbos o iglesias metafóricas.)
12. Battlestar Galáctica
Para un servidor, la mejor serie de scyfy de todos los tiempos. Una emocionante historia sobre la clásica lucha entre el hombre y su creación, en este caso los Cylon. Skynet tendrá que esperar.
A primera vista tuve bastante incertidumbre ante lo que me iba encontrar, ya que mis prejuicios me decían que igual se trataba de la clásica serie "freak" sin mucho argumento al estilo Star Trek o Babylon 5, nada más lejos de la realidad. Dentro de una historia de ciencia ficción con guerras espaciales y luchas interminables, Galáctica también toca temas mucho más importantes como los límites de la supervivencia, la política, la jerarquía militar, la religión, la muerte o la esperanza. Son todos estos matices, lo que hace que Galáctica sea una serie completa, alejada de cualquier estereotipo de la ciencia ficción facilona. Galáctica se encuentra más cercana a la obra de Ridley Scott, Blade Runner que a la de George Lucas, Star Wars.Un argumento que durante las últimas temporadas se asemejo en su aspecto fantástico a Perdidos, con unas incógnitas difíciles de resolver. Sin embargo, en este caso los guionistas se arriesgaron y a pesar de que no todas las preguntas tuvieron una respuesta convincente, al menos la tuvieron en un episodio final vibrante y repleto de acción.
El Almirante Adama, la atractiva Starbuck o el chalado Gaius Baltar son unos de los pocos personajes que nos hicieron vibrar en cada una de los dilemas o batallas, que al fin y al cabo, todo se derivaba en la supervivencia de la raza humana.
11. El Ala Oeste de La Casa Blanca
Durante 7 temporadas, el equipo del presidente demócrata Bartlett se dedicó a aleccionarnos sobre política y moral en lo que parece una master class del típico profe universitario enrollado. Aunque su argumento tratara sobre los problemas más o menos corrientes a los que tiene que hacer frente el gabinete de prensa de la Casa Blanca, todo estaba contado con un tono cómico muy marcado y un ritmo trepidante marcado por los diálogos surgidos de la pluma del ganador del Oscar al mejor guión original por La Red Social Aaron Sorkin.
Muchos acusan a esta serie de pedante o incluso pretenciosa. Pero hay que tener en cuenta de que se trata de una serie estadounidense sobre una especie de Kennedy moderno que a su vez intenta ser justo con el bando republicano a pesar de estar casi exclusivamente protagonizada por demócratas. Vamos, una tarea que se traduce en un torrente de información, conversaciones y justificaciones entre los personajes para intentar ser lo más fiel a todas las realidades y convicciones.
Pero más allá de su innegable valor como radiografía histórica (y que cogerá contundencia con los años) también se trataba de una serie perfectamente realizada. Durante los 7 años que estuvo en antena mantuvo un nivel muy equilibrado haciendo muy difícil las preferencias por una temporada u otra. Al igual que sucede con el reparto, desde el tremendo trabajo de Richard Schiff (Toby) al cínico personaje de Josh (Bradley Whitford). Pero el que se lleva la palma es Martin Sheen, que crea sin titubear al presidente más humano visto nunca en una ficción.
El ranking completo aquí.