- Los agitadores. Que crean más problemas que los que resuelven.
- Los que prometen de sobra pero que incumple las promesas.
- Los que hacen huir al cliente (que es difícil de conquistar pero fácil de perder)
- Los que no saben o no quieren hacer su trabajo (que para hacerlo los has contratado)
- Los que se escapan. Son los que dan la impresión de participar pero cuando llega el momento no puedes contar con o confiar en ellos.
- Los legítimos. Que actúan como jueces. La mitad de su mente está en su trabajo y la otra mitad a esperar el desliz de un compañero para denunciarlo.
- Los que ignoran el código de conducta. Los insubordinados, los mentirosos, etc.