Cuando leo listas como ésta siempre pienso: “vale, es lo de siempre, más de lo mismo“, pero si nos ponemos a analizar cada una de las cualidades listadas tienen todo el sentido del mundo, solo hay que parar a analizarse a uno mismo y actuar conforme a cada una de ellas. El éxito comienza por uno mismo, cuando te tienes ganado el resto viene rodado.
Jeff Haden, editor de la revista estadounidense Inc. Magazine y colaborador del Foro Económico Mundial de Davos, ha analizado esta cuestión con el ánimo de extraer lecciones y encontrar rasgos comunes entre las élites empresariales internacionales.
Aquí os dejo las 9 cualidades identificadas por Jeff Haden, cuyo decálogo ha sido redactado por la conocida plataforma LinkedIn:
- La empatía, ante todo: es imposible triunfar en el mundo de los negocios si uno no es capaz de resolver las necesidades de los demás.
- No a la envidia: hablamos de gente que no observa los triunfos de otros con recelo, sino de personas que se alegran cuando a los demás les va bien.
- Hay que moverse: un triunfador sabe adaptarse al cambio y buscar nuevos retos y experiencias que le saquen de la rutina y le permitan explorar nuevos caminos.
- No tienen vidas paralelas: aunque mucha gente pretende “separar” su vida personal de su trayectoria empresarial, la gente de éxito ve su vida como un todo en el que sus intereses y pasiones son también una forma de ganarse la vida.
- Que no falte la exigencia: para llegar a la cima y mantenerse en ella, la motivación es fundamental. No podemos conformarnos con hacer algo a medias, debemos aspirar a dar lo mejor de nosotros en cada empeño.
- Trabajo, trabajo, trabajo: a la gente mediocre le gusta ceñirse a las jornadas laborales de 40 horas semanales, pero la gente de éxito tiene claro que eso es de perdedores y lucha para trabajar más duro y con mejores resultados que su competencia. El éxito se consigue sudando la camiseta.
- Con la cartera, cabeza: la riqueza que cae en las manos equivocadas se evapora en el corto plazo porque no se interpreta como una responsabilidad. Nuestras élites se esfuerzan por reinvertir, ahorrar y conservar el patrimonio adquirido, en vez de dilapidarlo o despilfarrarlo.
- Nada de egos: las personas de más éxito en los negocios se ven como uno más entre la gente, saben adaptarse a cualquier ambiente social y no miran a los demás por encima del hombro.
- Buen trato a socios y trabajadores: nadie se mantiene en la cúspide si no sabe brindarle a los demás una relación basada en el respeto y la dignidad.
Fuente LibreMercado