Apple anunció la semana pasada a bombo y platillo el lanzamiento de su nuevo móvil, el iPhone 7. Mañana arranca su venta. Y el sistema de preventa hace que algunos modelos, según ha anunciado la empresa, ya se hayan agotado antes de llegar a las estanterías de las tiendas. Unas horas antes de levantar la persiana las acciones de la compañía de la manzana han celebrado el presumible éxito del nuevo modelo de teléfono.
Los títulos de Apple superan los 115,3 dólares (102 euros) poco antes del cierre de Wall Street. Supone una subida del 3,23%. Tocan así su máximo anual (en realidad, su nivel más alto desde octubre de 2015). Supone que la compañía entera en Bolsa se valora en 622.208 millones de dólares millones (553.516 millones de euros). El mercado parece dar un espaldarazo a la empresa que capitanea Tim Cook, que estrena nuevos aparatos justo cuando su imagen en Europa se ha visto golpeada por la sanción de Bruselas, que le obliga a devolver 13.000 millones en impuestos supuestamente ahorrados con un trato de favor por parte de Irlanda. Además, sus beneficios cayeron un 27 % durante el tercer trimestre de su año fiscal —finalizado el pasado 25 de junio— hasta los 7.800 millones de dólares, principalmente por el descenso en las ventas de los teléfonos iPhone.
A través de un comunicado emitido en Estados Unidos, Apple informó que el iPhone 7 Plus, el modelo de lujo y más avanzado de su nuevo dispositivo, y el iPhone 7 en color negro azabache “no estarán disponibles para los clientes” mañana en los establecimientos porque sus existencias iniciales se agotaron por las reservas hechas en la web oficial. “Los clientes pueden continuar encargando todos los modelos en todos los colores en apple.com. Agradecemos sinceramente la paciencia de nuestros clientes mientras trabajamos para que, lo más rápidamente posible, el nuevo iPhone esté en las manos de todo aquel que quiera uno”, añadió el gigante tecnológico en su nota.
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