Las Actitudes tercas de Zapatero

Publicado el 08 noviembre 2010 por Jmbigas @jmbigas
A mi me parece claro que Zapatero es persona de principios (sus principios), y que intenta evitar cualquier muestra de renuncia a ellos, si puede evitarlo.

Breve reunión de Zapatero con el Papa, en Barcelona
(Fuente: El Periódico)

Pero, por otra parte, olvida a veces que su cargo actual de Presidente del Gobierno le otorga la representación del país y de todos sus ciudadanos.El protocolo exige que los Reyes, en todos sus actos públicos, estén acompañados por algún miembro del Gobierno. Tanto en Santiago como en Barcelona (en la bienvenida y en la despedida al Papa de Roma) se cumplió esta norma. Pero creo que no hubiera sido ninguna renuncia a sus principios el que Zapatero acompañara a los Reyes en la bienvenida al Papa en Santiago, igual que les acompañó en su despedida en Barcelona.No hay que confundir el respeto debido con la aquiescencia, ni con la conformidad, ni con el acuerdo.

Zapatero, sentado al paso de la bandera USA
(Fuente: elvis071)

A Zapatero le pierde a menudo la terquedad de sus actitudes. Como cuando se quedó sentado al paso de la bandera americana con ocasión de un Desfile Militar. Manifestó con rotundidad ser contrario a la Administración USA de la época (Bush y compañía), pero lo que quedó para la Historia fue una falta de respeto al pueblo norteamericano, que es a quien representa su bandera. En esa ocasión se le podía justificar, porque solamente era jefe de la oposición, y no ostentaba cargo representativo alguno.Pero luego, sin embargo, aceptó su participación en el famoso desayuno de oración en Washington, al que le invitó Obama. Seguramente porque le interesaba hacerse amiguete del Presidente americano. Una contradicción que se le perdonaría mejor si sus actitudes fueran más flexibles. Todos sabemos que gobernar es negociar (y renunciar a menudo), que hay que tragarse algún sapo antes de conseguir el terroncito de azúcar. Pero él parece ignorarlo a menudo.Aunque las circunstancias le obligan de repente a tomar medidas (como la Reforma Laboral, por ejemplo), a las que es contrario, pero no le queda más remedio que tirar adelante con ello. Todos deberíamos saber que las promesas electorales son una descripción de lo que se quiere hacer, no necesariamente de lo que se va a hacer. Porque lo que al final se pueda hacer depende de muchísimas circunstancias y presiones, aparte de o incluso contrarias a la voluntad del gobernante.

Zapatero, con los Obama, en el Desayuno de Oración
(Fuente: El País)

Y si no, véase la muestra de la reacción de Obama a la paliza electoral que le ha propinado recientemente la derecha en su país. No le queda más remedio que tender la mano a la nueva mayoría en el Congreso, porque la única alternativa sería dimitir.Yo no le pido a Zapatero, por supuesto, que asista a misa en la Sagrada Familia, si eso no forma parte de sus convicciones personales. De hecho, he escuchado a Bono, uno de los cerebros mejor organizados de entre los políticos de este país, manifestarse en la misma dirección. Pero su espantada hacia Afganistán para no tener que estar presente en Santiago es de ópera bufa, y le da artillería pesada a sus enemigos.Mi recomendación a Zapatero es que flexibilice sus actitudes. Respeto no significa vasallaje. Y no hace falta ser irrespetuoso para (intentar) cambiar el mundo. Respetar no significa humillarse, ni renunciar a ningún principio. Desde el respeto se puede ser, también, extremadamente crítico.Pero manifestar un no respeto siempre acaba pasando factura.JMBA