La vida, a menudo, se divierte y, escondidoen una palabra, una sonrisa, un billete de metro o el pliegue de una cortina,nos entrega un diamante capaz de colmar todas nuestras expectativas.
Para Joséphine el diamante podría ser lapropuesta de su editor de que escriba una nueva novela, las llamadas dePhilippe a las que no contesta o la incondicional amistad de su amiga Shirley.¿Será Joséphine el diamante de Philippe? ¿Y cuál es el que persigue Shirley?Alrededor de estos tres personajes, todo un abanico de jóvenes -Hortense, Gary,Zoé, Alexandre- buscan también el diamante que ha de cambiar sus vidas parasiempre, dejándose guiar por esas pequeñas piedras que van encontrando en elcamino.
Porque si nos detenemos uninstante, si observamos con atención y nos atrevemos a coger lo que nos ofreceuna mano tendida, la vida, probablemente, no volverá a cubrirse de tristeza. Niel sábado, ni el domingo, ni tampoco el lunes…
- Lasardillas de central Park están triste los lunes
- KatherinePancol
- Titulooriginal: Les Ecureuils de Central Park sont tristes le lundi
- Editorial:La esfera de los libros/Octubre
- ISBN: 9788499700854
- Serie:3ª entrega de la trilogía
Las ardillas deCentral Park están tristes los lunes es la última entrega de la trilogía deKatherine Pancol. Una vez más me he reunido con las familias Cortés/Dupin/Grobz.No voy a hacer un resumen del inicio porqueeso desvelaría el final de las dos anteriores novelas, pero como era de esperarvolvemos a ser testigos de la búsqueda de la felicidad de sus personajes.Josephine Cortés se ve en la encrucijada de quéhacer con su vida y los sentimientos que Phillipe despierta en ella. Tiene queenfrentarse a su consciencia, pero también necesita decidir qué hará con suvida. Sus hijas se han hecho mayores, Hortense vive en Londres y tiene claro sucamino. Zoé se ha convertido en una adolescente que ya no la necesita tanto. Y,sobre todo, tiene que decidir qué hacer con su carrera como escritora. Seenfrenta al miedo a una nueva novela y a la página en blanco. En esta entrega, su personaje pierde brillo,sus elucubraciones acerca de las inseguridades que su infancia con una madrecomo Henriette le han dejado, no hacen más que ir y venir, sin aportar mucho alpersonaje en sí. Casi toda su parte se centra en un diario que encuentra, lasconfidencias de un desconocido que le harán entender que la felicidad está enla capacidad de uno mismo de cambiar su destino, independientemente de lahuella que los padres hayan dejado en nosotros.