Las armas de la política (I)
Cuando éramos jóvenes, muy jóvenes, hubo un tema en matemáticas que casi siempre se nos atragantaba, la combinatoria.
Las variaciones, permutaciones y combinaciones parecían municiones de la guerra de las galaxias que había decidido utilizar nuestro profesor de matemáticas contra nuestras mentes adolescentes.
Y pasan las generaciones y siguen siendo armas secretas contra las mentes de los nuevos estudiantes, y por favor que no nos pregunten por ellas nuestros hijos, que delataríamos en muchos casos que fuimos vencidos.
Hoy nos va a ayudar el presidente de un gobierno y los diputados de su partido político a entender estas matemáticas que para algunos puede ser una espinita de sus años mozos.
Si el presidente Z quiere hacer una crisis de gobierno tendrá que elegir de entre un grupo de sus diputados los miembros del nuevo gobierno.
¿Y cuantos gobiernos distintos puede formar? Estudiémoslo
Por ejemplo, tiene un grupo de de 8 diputados de los que va a elegir 3 sin importarle la cartera que le corresponda a cada uno, el número total de elecciones son combinaciones de 8 tomadas de 3 en 3, = (8X7X6)/ (3X2X1)=56.
Si está preocupado por que cartera le va a asignar a cada uno, interviene el orden en la asignación, y son variaciones de 8 tomadas de 3 en 3 =8X7X6=336
Si una vez elegidos los miembros del hipotético gobierno, por ejemplo 5, quiere saber cuantas formas tiene de repartir las carteras, son permutaciones de 5 = 5!= 5x4x3x2x1=120
Y si nosotros fuésemos uno de los ministrables, para elegir 7 ministros de entre 15 diputados la probabilidad de ser elegido seria 7/15.
Y para ser elegido después de que hayan elegido al primero 6/14, y después de los dos primeros 5/13, y así hasta que hayan elegido a todos, momento en el que nuestra probabilidad será cero.
Espero que estas líneas nos ayuden a entender un poco más la política.
Las armas de la política (II).
En el capitulo anterior, que dirían en una antigua serie de TV, dejamos al presidente Z calculando mediante la combinatoria cuantas formas tenia de resolver una crisis de gobierno.
La combinatoria, ese coco de nuestra adolescencia, le va ser muy útil a nuestro amigo Z, que pensó: “Elija a quien elija, va a dar lo mismo, esta crisis es económica y solo la resolveré con suerte”.
Entonces decidió jugar a las quinielas, a la lotería o a los ciegos. Y constituyo el gabinete de crisis para decidir con sus ministros en que juego invertir el dinero de todos los gobernados.
Y empezaron a estudiar los juegos de azar.
La quiniela, esa difícil decisión entre el 1, x ,2 que hay que hacer 14 veces, entonces el ministro de economía dijo: “Los resultados posibles son variaciones de 3 con repetición tomadas de 14 en 14, esto es 3 elevado a 14, un total de 4.732.969 combinaciones”.
El presidente presumido dijo:”A esto no he de jugar, además habría que esperar a que terminasen los mundiales y pasase el verano y empezase la liga”.
Entonces el ministro de cultura dijo:” ¿Por que no jugamos a la bonoloto? ”.
El ministro de economía se puso a calcular:” Tenemos 49 números elegidos de 6 en 6 sin importar el orden, esto es combinaciones de 49 tomados de 6 en 6 = (49x48x47x46x45x44)/ (6x5x4x3x2x1)= 13.983.816”.
El ministro del interior dijo:” Pero si es casi tres veces mas difícil que nos toque la bonoloto que las quinielas”.
Y el ministro de economía replico: “Claro, por eso son mayores los premios”.
Entonces Z con autoridad exclamo: “Nada, nada, jugaremos a los ciegos , que para que te toque el cuponazo , solo tienes 99.999 posibilidades – se creía un chico listo , y añadió - y en Navidad jugaremos a la lotería , que es igual y tiene la misma probabilidad, a ver si nos toca el gordo”.
¡El gordo y el cuponazo nos toco a todos nosotros, cuando salió elegido Z! ¡En que hora!