ASALIA VENEGAS S.
Propios y extraños se preguntan por qué la convocatoria hecha al pueblo por parte de la derecha opositora no tuvo eco
Propios y extraños se preguntan por qué la convocatoria hecha al pueblo por parte de la derecha opositora no tuvo eco. No cuajó. La MUD, que juega a dos manos: un tirito aquí y otro allá, planificó todo milimétricamente. A un año de la muerte de Hugo Chávez, los disociados aseguraban que derrocar a N. Maduro era tan fácil como la caída de un castillo de naipes. De tanto repetir este asunto entre ellos mismos, terminaron creyéndoselo.Esta etapa del golpe blando se ha caracterizado por los lapsos. Del 23 de enero pasaron al 12 de febrero y se dieron 7 días. El brujo brasileño les fomentó tal idea y les mandaba mensajes: “resistan, resistan, falta poco”. Luego dijeron que el mes de abril sería decisivo. Ahora van por junio. ¡Qué no han hecho en noventa días! Se llevaron en barricada el Carnaval y la Semana Santa. Y dos semestres perdidos para muchos estudiantes que se dejaron captar y manipular por estos golpistas apátridas.
El pueblo siguió trabajando, produciendo, estudiando, atendiendo a sus quehaceres. Los últimos sondeos de opinión pública han interrogado sobre las guarimbas y las marchas violentas. El 80% está en contra de las guarimbas. Hay un apoyo a las marchas si son pacíficas. Todo lo que sea violento es rechazado. La tranca en las urbanizaciones perjudica es a sus habitantes.
La oposición y sus MC han criminalizado a la GNB y a la PNB. Bajo el lema “represión desatada frente a pacíficos estudiantes”, se difunden fotos que dan cuenta de un solo lado del problema. Hay un permanente trucaje de imágenes. Se manipulan groseramente las informaciones y de manera maniquea salen llorosos padres clamando por la “libertad de jóvenes detenidos”. No dicen las causas de las detenciones ni la voz de la FGR, que sostiene que, del total, solo 15% son estudiantes.
Los pertrechos del pueblo, sus armas, para resistir a este embate de la derecha y no doblegarse ante la manipulación y distorsión que se hace de la realidad, ha sido la concientización y la convicción en el proceso bolivariano por lo que tanto bregó el comandante Chávez. Se ha satanizado la palabra “colectivos”, vinculándola con sectores armados y violentos. Con estupor vemos cómo armas de todo tipo y una violencia inédita en el país, están en la oposición.
Periodista /Prof. universitaria