Desde el pasado 1 de Septiembre, ha entrado en vigor la nueva normativa europea,que establece la retirada progresiva de todas las aspiradoras con un consumo igual o superior de 1600w. Este nuevo reglamento (Reglamento (UE) No 665/2013) se une a otros requisitos de diseño ecológico aplicable a productos relacionados con la energía, cómo es la eliminación de las bombillas incandescentes, que ya vimos en otra entrada y que tienen la finalidad de reducir de forma considerable el gasto energético, cómo una solución efectiva de paliar la crisis y de contribuir a la conservación del medio ambiente.
De todas maneras,aunque se verán menos modelos de estas características, la mayor limitación llegará en 2017, momento en el que la potencia máxima permitida para una aspiradora, se establecerá en 900w. Por supuesto los fabricantes habrán de ingeniárselas, para diseñar modelos que cumplan además con un requisito eficiente; es decir, que aunque baje el consumo, el rendimiento debe ser satisfactorio, dando una cobertura de aspiración del 70% en moquetas y el 95% en suelos duros.
Y como no podía ser de otra manera, su cumplimiento se tendrá que ver reflejado en una etiqueta energética: