Portada del nuevo libro
Hace poco tiempo llegó a las estantería de toda España la última entrega de la saga literaria creada por Ana Campoy, en la que unos jovencísimos Alfred Hitchcock y Agatha Christie se dedican a desfacer entuertos y resolver misterios, aderezado con buenas y sanas dosis de realidad que se traducen en referencias culturales a la literatura y el cine o a la presencia de personajes reales.
En anteriores entregas aparecieron el escritor Sir Arthur Conan Doyle y el inventor Edison como secundarios de lujo con gran presencia, y siempre se asomó un novato Churchill en sus labores policíacas previas a su carrera política, quien cobra algo más de fuerza en este cuarto libro.
En la entrega que nos ocupa, el secundario de lujo aparece bajo la excusa de un viaje a Nueva York, un cambio de aires para que la franquicia no decaiga en ningún momento, y se trata de nada más y nada menos que de Harpo Marx, el hermano mudo de la familia más famosa de la comedia.
Esta vez el misterio se sitúa tras bastidores en el mundo del vodevil, teniendo un teatro como escenario central alrededor del cual se articula la trama, y es que los jóvenes detectives han de desvelar el secreto de una rara enfermedad que parece afectar solo a los artistas que se atreven a tocar una partitura muy concreta para piano.
Se demuestra así que Alfred y Agatha son capaces de desenvolverse en cualquier medio, al igual que su autora, y no se desaprovecha la ocasión para mostrar y enseñar a los más jóvenes los entresijos de un mundo tan rico e interesante como es el de la actuación sobre los escenarios.
Como siempre, finaliza la lectura con el simpático apartado de curiosidades y datos reales que no hacen sino salpimentar todavía más y mejor la historia que acaba de ser relatada, y no sirve solo para lucimiento personal de la autora al demostrar lo mucho y muy bien que se ha documentado para la elaboración del libro, sino también para seguir despertando y dejar ansioso a ese gusanillo cerebral que nos mueve por caminos extraños al que solemos llamar “curiosidad”.
Por todo esto, se convierte en una herramienta didáctica muy apropiada para que los más pequeños de la casa se interesen más por DiscoveryMax o Xplora que por MTV y su Gandía Shore, pues estimula la materia gris, siempre y cuando los mayores de la casa quieran compartir tiempo con ellos.
Además, por si queda algún indeciso que además necesite ideas frescas de cara a la campaña navideña, cabe destacar también que Las Aventuras de Alfred & Agatha no tienen un precio abusivo como muchos otros libros, sino que se trata de una muy buena edición a un precio más que asequible. ¿Qué más se puede pedir?
Carcayú
Hola, soy Borja Prieto, y soy una bellísima persona, como Ramón Langa.