Existen dos tipos de críos: los estándar y los afortunados cuyos padres son hábiles con los lápices y les hacen dibujos molones. Dentro de este segundo grupo también hay clases: están los que reciben garabatos convencionales en papel, y luego los que se van al colegio con el almuerzo ilustrado. Evan (15 años) y Kenny (14) LaFerriere son (¿los únicos?) miembros de esta casta privilegiada, puesto que su padre, David, lleva cinco años pintando cada día en las bolsas en las que les envuelve los sandwiches.
David comenzó a fotografiar las bolsas y a colgar las fotos en Flickr por un motivo muy simple: al final acababan en la basura, y necesitaba un registro gráfico para no repetirse. Era un juego entre él y sus hijos, y no esperaba que las imágenes fueran a interesar a nadie. Pero poco a poco fueron difundiéndose viralmente por internet, hasta que en 2009 le dedicaron una entrada en el blog de Sharpie, la marca de rotuladores que usa. A partir de entonces, la bola ha ido creciendo: tras múltiples apariciones en webs, medios impresos y televisiones, sus fotos han pasado de tener 100.000 visitas en cuatro años a 600.000 en un mes.
A Evan le gustan "el jamón, el pavo o el atún con queso y lechuga", y su dibujo favorito es "un Creeper, del juego Minecraft". Kevin está enganchado al "sandwich de mantequilla de cacahuete y jalea, desde el jardín de infancia", y "le gustan los gusanos saliendo de los bocadillos". En el hipotético caso de que David hubiera sido mi padre, a mí me habrían encantado los vegetales con monstruos peludos cocineros.
Me lo pasó Godzillin. ¡¡¡Muchas gracias!!!
El post original aquí (con más imágenes y vídeo).