Todos los inversores nos hemos interesado por la inversión pasiva en bolsa, la que está basada en invertir mecánicamente en una cartera de acciones que replique un índice, en contraste con la inversión activa, que selecciona las acciones en función del análisis de sus cuentas y la valoración de sus expectativas.
Lo que empezó como una moda se ha convertido en una pauta generalizada. Leo en Seeking Alpha que, con datos de 2019, la inversión pasiva en bolsa en Estados Unidos suponía ¡más de un 50% de la inversión total!
En ese país ya hay alguna gestora que ha lanzado la voz de alarma ante esa tendencia, que no para de crecer. Modestamente, yo ya lo había avisado en este blog hace tiempo.
La inversión pasiva puede ser realizada (de hecho, así ocurre) por una máquina. No necesita de la intervención humana; al contrario. Y produce, por tanto, lo que podríamos llamar un efecto rebaño.
Es así porque los robots invierten en las acciones de un índice (el IBEX, el S&P 500, el Nasdaq...) y en consecuencia hacen subir ese índice. Y cuanto más sube ese índice, más se encauza la inversión pasiva en las acciones que lo componen, o que aún lo hace subir más, y más se invierte, y así sucesivamente. Es un círculo vicioso.
Los inversores activos son minoría. Y esa minoría puede llegar a ser muy pequeña. Pero, sin embargo, son los únicos que invierten fuera del "rebaño". De modo que al final unos pocos inversores activos van a tener la capacidad de mover el mercado, porque el rebaño "pasivo" los seguirá a ciegas (el algoritmo).
Por ejemplo, si un inversor activo apuesta por una acción que componen un índice en el que están invertidos muchos fondos de inversión pasiva, la acción en la que haya invertido subirá y aumentará su ponderación en el índice, y esos fondos se verán obligados automáticamente a invertir en ella, empujándola a seguir subiendo, y así entrará en un círculo virtuoso de subidas, que probablemente llevarán su cotización más allá de un valor razonable.
Es posible que ese avispado inversor activo, ante el alza injustificada de la cotización, aprovecha para vender la acción que antes había comprado, provocando que el rebaño lo siga y que la cotización caiga por debajo de lo razonable.
Cuando la inversión pasiva es minoritaria, tiene un pase; pero si es mayoritaria, ¿qué consecuencias puede tener en el mercado, en las cotizaciones? Eso es lo que algunos, por fin, están empezando a plantearse.