La tecnología avanza a pasos agigantados y en la iluminación tampoco queda atrás y quizá no esté de más pararnosa pensar en algún momento si el sistema que actualmente estamos usando para la iluminación de nuestra casa es el más recomendable o no y si fuera posible una “pequeña” inversión para actualizarlo ¿sería recomendable?
En alguna entrada anterior vimos las bombillas y lámparas debajo consumo, en que consistían, sus virtudes y defectos… ahora le toca a los LED.
Los LED, son diodos emisores de luz, aunque es una invención más reciente que los tubos fluorescentes (tecnología en la que se basa las lámparas de bajo consumo) tampoco es nueva, ya hace mucho tiempo que se viene utilizando en electrónica y es de lo más común de ver en cualquier electrodoméstico que tengamos en casa, solo hay que mirar el piloto de Stand-By , ahí tenemos nuestro led.
Uno de los problemas de los LED, es su baja capacidad lumínica. En iluminación se ha solventado añadiendo más cantidad de LED para poder proporcionar la luz deseada, eso le da un particular diseño, muy diferente a lo que podamos haber visto o se nos pueda pasar por la cabeza al pensar en una bombilla, aunque algunos fabricantes se esmeran para poder ofrecer un aspecto más tradicional.
Los LED funcionan con corriente continua y con un voltaje específico, en casa disponemos de 220/240v y corriente alterna, por lo que las lámparas y bombillas LED se sirven de la electrónica para paliar estos inconvenientes e incorporan dentro un sistema de encendido, por lo que su producción es, al igual que las de bajo consumo, sensiblemente más cara, algo que se deja ver en su precio, que sumado a la poca demanda que estos sistemas aún ofrecen, con respecto a las incandescentes o incluso a las de bajo consumo, parecen prohibitivas. Pero nada más alejado de la verdad, aunque en el momento de su compra pueda parecernos muy caro, es amortizable ya que su vida útil es mayor que cualquiera de los otros sistemas de iluminarias y su consumo menor:
A la misma capacidad lumínica, una bombilla tradicional incandescente que sea de 100w, una de bajo consumo son aproximadamente 25/30w y una LED 15w aproximadamente, alrededor de un 85% menos que una incandescente y un 40/50% aproximadamente con respecto a una de bajo consumo. Su vida útil es mucho más prolongada también, multiplicando varias veces cualquiera de los otros dos.
Otras ventajas:
- El tiempo de encendido rápido y sin necesidad de tiempo para que alcance su mayor luminiscencia.
- No hay inconveniente en su uso para lugares de paso, no acorta su vida útil y no afecta de manera sensible su consumo y sigue siendo eficiente, cosa que no pasa en otros sistemas.
- No crea campos magnéticos ni ruidos en el sistema eléctrico.
- No contiene mercurio ni ningún tipo de vapor perjudicial para la salud y/o medio ambiente, aunque como con cualquier material electrónico hay que deshacernos de ellas en un punto limpio.
Como curiosidad, es posible encontrar las lámparas LED de diversos colores y no solo eso, también podemos verlas variables, con diferentes colores a nuestra elección mediante un mando o control remoto.
Personalmente, aunque hoy aún no son fáciles de ver en los hogares, a excepción de como sustitución de focos halógenos, pienso que es por donde pasará el futuro de la iluminación, ya se puede ver en alumbrados públicos como farolas e incluso recientemente (por las fechas) en luces navideñas por las calles. Tiene pocos inconvenientes y muchas ventajas, su mayor lastre es su precio, cosa que espero disminuya conforme crezca la demanda
Imágenes: Geoffrey.landis at en.wikipedia, PiccoloNamek
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