Lunes, 12 de marzo, por si no me había enterado, harto difícil por la insistencia de los petardos y el corte de calles, estamos en Fallas y en el colegio me lo han recordado. A veces me pregunto qué pensará el que nos visite a partir del 1 de marzo, seguramente pensará que estamos locos y tendrá razón, qué emoción se puede sentir al encender un petardo y provocar que explote, se entiende fácilmente que se pueda disfrutar de una traca, de una mascletá o de unos fuegos artificiales pero no tanto del hecho de acercar una mecha encendida a un petardo y prenderle fuego y esperar la explosión, supongo que el placer proviene del riesgo que todo fuego entraña y de que el estallido al que conduce no deja de tener un carácter mágico o misterioso y una naturaleza irreal que nos atrae; perro a la vez es algo molesto para los demás, irritante cuando los que disparan son los otros, por eso somos bastantes los que lo llevamos mal, sobre todo cuando estás en casa e intentas escuchar música, es imposible, hay que estar aquí para saber lo que es. Estamos en Semana Fallera. De todas formas ya me lo habían recordado el sábado cuando fui a la piscina, al entrar se podía escuchar la banda sonora que habían dispuesto para los bañistas: pasodobles falleros, no hay nada más molesto que estar nadando y que en la piscina haya música de ambiente, cada vez que metes la cabeza para soltar el aire dejas de oírla y al levantarla para tomarlo la escuchas, de forma tal que es imposible seguir una melodía, salvo si la conoces y la vas siguiendo mentalmente cuando tienes la cabeza bajo el agua, si encima la música que suena son pasodobles falleros ya ni te cuento. Pero la sorpresa mayúscula me la llevé al comprobar que entre aquellos pasodobles figuraba el himno del Maestro Serrano, cuando lo escuché no sabía si debía parar, salir del agua y permanecer en pie hasta que finalizara o seguir nadando. Otra de las desagradables consecuencias que traen las Fallas es que nos cortan media ciudad de manera tal que uno tiene que echar mano del plano urbano de la ciudad y estudiarse las posibles modificaciones que va a tener que hacer en sus recorridos habituales, sin ir más lejos, el otro día para llevar el coche a la puerta del garaje tuve que parar en doble fila y pensar un poco lo que iba a hacer, la solución que encontré me pareció tan complicada que al final opté por entrar en la calle contra dirección, pensé que si me paraba la policía municipal podría comprenderlo perfectamente. Ayer mi madre, la abuela, también nos lo recordó, sobre las seis de la tarde llamaron a la puerta y era ella, había preparado porque, según nos contó, estaba aburrida, unas dos docenas buñuelos de calabaza y sobre un litro de chocolate hecho, que así lo llamamos en casa. Decía que también en el cole de Adriana me lo han recordado, no sólo porque el viernes nos han impuesto la tarea de confeccionar un ninot para la falla del colegio, que debe representar a nuestra hija y que, junto con los de sus compañeros de clase, arderá en la falla que plantarán el último día lectivo antes de San José, se han escudado para imponer tal obligación en la crisis económica que este año padece el centro educativo tras los impagos de consellería; pero por si todavía había alguien que no se había enterado que las Fallas están al caer durante la entrada de los niños hoy sonaba una canción popular valenciana, no he encontrado una versión más decente que la de la serie de Canal 9 L'Alqueria Blanca, creo que va por la octava temporada, yo la verdad es que nunca he visto un episodio así que no puedo opinar:
Ja ve Sento de “ca” la novia,
ja ve Sento, malhumorat,
ja ve Sento tocant els testos
carabassa li haurant donat.
Y por la tarde, a la salida, nos han puesto un pasodoble fallero, ahora se me ha ido el santo al cielo, me parece que era Lo cant del valencià:
Si los próximos días van seguir poniendo música fallera supongo que no habrá entradas hasta la semana que viene (el martes a estas horas ya está todo más que acabado). Intentaremos llevarlo lo mejor que podamos, al menos tenemos el consuelo de que los niños en estas fechas siempre se lo pasan bien. A mí lo que má me gusta de las Fallas son tres cosas: las mascletás (que no los petardos), el fuego y la sensación de que por fin el invierno se va a tomar vientos.