Las características de las empresas innovadoras

Por Juansobejano

Las características de las empresas innovadoras

No soy muy partidario de las listas (“las 5 preguntas que has de responder a tu cliente”, “los 10 elementos que definen un buen blog”…), suelen ser limitadas y a veces parece que buscan más un posicionamiento que un valor por sí mismas (aunque como soy una persona contradictoria alguna que otra he creado). Acabo de leer, sin embargo, una lista que creo que es interesante repetir aquí porque ofrece una serie de características que sí considero que toda empresa que apueste por la innovación ha de cumplir: The Seven Essential Characteristics of Innovative Companies, de Jeffrey Baumgartner.

Sin duda, en un momento en el que la innovación está en boca de todos y da la sensación de que todo el mundo innova o al menos sabe de ello, conviene tener claros una serie de principios que en absoluto se suelen cumplir y que se dejan mucho de lado, en unas ocasiones por ignorancia, en otras por desidia. Vamos con las características.

Disponer de una estrategia única y relevante

Sigo viendo a empresas que no dan importancia a la estrategia, que piensan que lo importante es el día a día y, sobre todo ahora, pasar la crisis. Pero incluso para pasar la crisis es necesario tener un objetivo, un modelo de gestión, conocer los recursos de los que se dispone y mantener un modelo estratégico sólido. La mayoría de las empresas responderían a la pregunta ¿cuál es tu objetivo?, con  “ganar dinero”, pero eso es un error, porque siendo ese un objetivo claro y muy defendible, el hecho de tener ese único y relevante objetivo hace que cualquier camino sea posible para conseguirlo. Una empresa no es una máquina de ganar dinero, es un proyecto para generar beneficios a los cliente… y a partir de ahí ganar dinero.

Una buena estrategia debería tener dos elementos básicos: ser concreta y diferente de la competencia. Concreta porque no basta con decir que mi misión es “ser el mejor”, sino que he de decir en qué quiero ser el mejor, en qué quiero ser relevante para mis clientes y para el mercado: “ser la compañía aérea con la mejor relación calidad/precio”, “organizar la información del mundo y hacerla accesible y útil” (Google)

Además, es relevante que seamos capaces de diferenciarnos de la competencia, no sólo en la visión y misión, sino en toda nuestra estrategia, en nuestro modelo de negocio y en nuestra manera y metodología de gestión. Una buena estrategia para conseguir esto es la del Océano Azul.

La innovación es un medio fundamental para conseguir los objetivos estratégicos

En necesario hacer la distinción entre la innovación como fin y la innovación como medio. Las empresas que utilizan la innovación sólo como fin pierden gran parte de sus recursos en encontrar ese producto o servicio que les diferencie del resto de la competencia. Son empresas para las que, por lo general, la innovación está en los objetos, en los productos. Las empresas que utilizan la innovación como un medio, en cambio, son empresas que tienen la innovación en su ADN, porque forma parte de su día a día, circulando naturalmente por todos los departamentos y miembros de la organización.

Es fundamental que entendamos que la innovación no está en las cosas, sino en el uso de esas cosas, que la innovación sólo es innovación cuando es útil. En este sentido una empresa que busca la innovación no es una empresa innovadora, porque no vive cada día con ella, espera encontrarla en algún lugar del camino.

Los innovadores son líderes

Aquí voy a ampliar un poco lo que dice Baumgartner. Éste se centra en el liderazgo de las empresas innovadoras en el mercado. En efecto, este tipo de empresas han de tener entre sus objetivos ese liderazgo. Es lógico, puesto que éstas tienen en la diferenciación uno de sus objetivos. La innovación lleva a evitar el mimetismo con otras empresas y posiciona a las empresas innovadoras en posiciones únicas.

Pero aparte de eso es fundamental que dentro de la propia empresa los innovadores adquieran un status de liderazgo, que sean referencia. Es fundamental dar relevancia a aquellos que muestran una predisposición o capacidad para la innovación o la creatividad. En ocasiones se observa como este tipo de trabajadores son considerados como raros o frikies, minimizando el impacto positivo que podrían tener en la gestión y desarrolla de la empresa. No se trata de que dirijan departamentos o ascenderlos a jefes, sino  que lo que se busca es tenerlos identificados y darles las facilidades para que desarrollen ese potencial que parecen mostrar.

Crear innovadores

Un poco en la línea de lo dicho antes. Es necesario apostar por los innovadores en las empresas, no sólo dándoles relevancia y foco, sino también favoreciendo la aparición de nuevos. La diferencia entre los innovadores y los que no lo son es que estos últimos hablan de innovación, mientras que los primeros hacen cosas y buscan la innovación.

Integrar el error en la gestión

Es uno de los mayores debes de las empresas españolas y he hablado muchas veces de su importancia. Sin error no hay innovación. Es cuando nos equivocamos cuando más información podemos conseguir para proyectos futuros. Al integrar el error también estamos lanzando un mensaje de confianza a los trabajadores, que en muchos casos se sientes cohibidos para actuar pensando en el castigo que pueden sufrir si se equivocan.

Una empresa ha de saber que gran parte de sus recursos se van a quedar en errores que va a cometer. Esto será así tanto si lo asume como si no. Al dar valor en la gestión al error lo que se consigue es sacar beneficio de él en forma de conocimiento. Así no sólo conseguimos implicar más a los trabajadores, sino enriquecer nuestras fuentes de información y conocimientos.

Crear un ambiente de confianza

Tolerancia con el error, como he dicho, pero además generar modelos de confianza, en los que no hay estructuras piramidales que impiden la comunicación sin filtros. No es raro el caso de un trabajador que tiene una buena idea pero que no se la dice a su superior porque teme que se la quite. En estos casos lo normal es que la idea se pierda o el trabajador se la lleve consigo a otra empresa. Las organizaciones horizontales y abiertas permiten una mejor comunicación y acceso entre todos los miembros de las mismas. La colaboración y la cooperación se convierten en formas de gestión habituales que redundan en beneficio de la propia organización.

Autonomía

No es posible un modelo de innovación si no hay libertad de los trabajadores para desarrollar en cierto modo sus ideas. El modelo de intraemprendeduría que junto con el concepto de emprendedor está siendo cada vez más importante, aunque no es nuevo, va por ese camino. Se trata de ofrecer la posibilidad de desarrollar proyectos e ideas dentro de la propia empresa, con un entorno concreto y unas limitaciones mínimas que sean interesantes para ambas partes.

La autonomía en las empresas se convierte en un foco importante de innovación si hemos sido capaces de movilizar los puntos anteriores. Nos permite adecuar nuestros modelos y estructuras constantemente apostando por una mayor flexibilidad a partir de la libertad de los trabajadores.

En suma, todos estos elementos se convierten en claves para que las empresas puedan desarrollar sus modelos de innovación, para que consigan integrar la innovación como parte de su propia empresa sin ser un añadido o un discurso vacío.

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