El espectáculo comienza cuando cae la tarde y baja la marea. Desde los palcos o desde la playa, las carreras se convierten en la cita por excelencia del verano.
Un acontecimiento, declarado de Interés Turístico Internacional, que cada mes de agosto concentra en la ciudad a miles de visitantes que acuden para presenciar en directo las carreras de caballos con el atardecer en Doñana de fondo.
Del 12 al 14 y del 27 al 29 de agosto. Las fechas atienden al calendario de mareas, ya que los días de carreras tienen que coincidir con una buena bajamar para que los caballos puedan competir por la playa con orilla suficiente.
Durante estos días se celebrarán 23 carreras de purasangre en este singular hipódromo: la arena mojada cuando el mar se retira entre las playas de Bajo de Guía y Las Piletas. Y es que la bajamar determina tanto las fechas de las carreras como la hora de comienzo.
El espectáculo, que este año cumple 167 años de historia, suele empezar sobre las seis y media de la tarde y concluye en torno a las nueve y media de la noche con más de 30.000 personas disfrutando del momento: la puesta de sol, con los purasangre galopando por la orilla y el parque nacional de Doñana al fondo.
La mitología cuenta que para descansar, el Dios Febos desenganchaba los caballos de fuego de su carroza al llegar a las costas de Sanlúcar.
Algunos historiadores atribuyen el origen de las carreras a las que realizaban los caballos para acarrear el pescado, una hipótesis que otros descartan porque aquellas eran de resistencia y no de velocidad.
Lo cierto es que los caballos, la cocina marinera y las tardes de verano junto a la playa en este rincón de Andalucía vienen de antiguo. A final del XIX, la aristocracia se trasladaba a Sanlúcar para los baños de ola, convirtiéndose así en unos de los destinos pioneros en el desarrollo del turismo en España junto con Santander y San Sebastián.
Las carreras de caballos se vienen celebrando desde 1845 y en ella participan hoy en día los mejores jinetes. Con el tiempo, la competición ha crecido en prestigio y variedad y en las últimas ediciones hay carreras para jockeys (profesionales), gentlemen (aficionados) y amazonas.
La ocasión se presenta como una oportunidad para conocer Sanlúcar de Barrameda, una ciudad señorial enclavada en la desembocadura del Guadalquivir.