Las cartas marcadas de Joan Colomo

Publicado el 20 noviembre 2010 por Amo Descubrir Canciones @adcanciones
Por Germán Milanesi & Mauro Robertazzi
Hoy vamos a jugar a El Abismo de Uno Mismo, un juego de rol (&rock) que, como la vida, viene sin instrucciones, y a diferencia de ella, no tendrá como resultado ni ganadores ni perdedores. Nuestro game master será Joan Colomo, un músico con una amplia experiencia en escenarios-tablero, capaz con sus relatos de reconstruir musical y alternativamente el mundo que nos rodea y hacernos imaginar situaciones magistralmente dispersas.
Tomen asiento, carguen sus dados… ¡Que comience la partida!
No hay reglas
El director del juego o master (aprendo mientras escribo) es el encargado de imaginar y describir el escenario y las circunstancias que suceden en la partida. Joan Colomo lleva años imaginando junto a sus amigos posibles escenarios, y de paso se sube a ellos. Lo hizo con The Unfinished Sympathy, lo hará con La Célula Durmiente y Zeidun, y ahora lo hace más seguido como solista. Mientras agita sus dados nos cuenta que su próxima jugada será entrar a grabar un nuevo disco, que al igual que el anterior ("Contra Todo Pronóstico", BCore, 2009), carecerá de filtro alguno en cuanto a estilos e idiomas. Los conjuros que está preparando incluirán tango, bossa nova, y todo aquello que se cruce por su cabeza. Sin embargo, como director de juego, Joan tiene un modo muy personal de leer las partidas: "El disco es una cosa y el directo es otra, y cuando voy a tocar solo, la libertad es absoluta. A veces ni siquiera toco mis temas. Recuerdo un bolo en un lugar lleno de punkis en el que, para llamar su atención, comencé a hacer versiones de…". El resultado no importa.
Te toca a ti.
Los mapas del juego
Ubicarlo a Joan no es una tarea difícil. Él se reconoce como un habitante de la periferia que de vez en cuando se sube a algún tren para encontrar las palabras que le faltan a sus letras, y baja a los sótanos y se ata a los mástiles de los barcos que todavía flotan en busca de nuevos sonidos y habilidades. En sus viajes ha descubierto hechiceros que inventan sus propias máquinas de ruido, sirenas sordas, mercadillos de guitarras ancestrales, rasgueos mexicanos que devuelven la vida, testimonios irreproducibles registrados por cámaras oscuras… Joan mira, escucha, se sabe finito.
Medley_
El mundo se hace grande,
yo tengo mil orejas,
no pretendo morir y hacer las maletas.

(María Coma, Mil orelles, Linòleum)
Lo importante no es competir
En los juegos de rol se sustituye el concepto de competición por el de colaboración: los jugadores no sólo deben interpretar un personaje, sino que además deben cumplir una misión. Para ello deben unir sus fuerzas y colaborar para conseguir el objetivo común. Y ésta es una característica esencial de las partidas narradas por nuestro master. Joan Colomo es una persona transparente que acepta efectivo y poesía como forma de pago, y que vive y comparte sus improvisadas carreras con su familia, amigos y vecinos. En ellos delega, entre otras cosas, el arte y la producción de sus discos, sus conciertos…"El vídeo del El Camí lo hizo mi padre. Un día llego a casa y sin saberlo:

El monstruo del espectáculo
Y si como dice Joan (con cierto pesar) que dijo Debord (seguramente más apesadumbrado), “todo lo que una vez fue vivido directamente se ha convertido en una mera representación”, en su caso, con sus canciones, lo único que podemos hacer nosotros es jugar. Porque en ellas desgarra al monstruo y nos deja imágenes que en su próximo disco hasta podremos pintar con nuestras propias manos. Y porque en definitiva, de eso se trata, ni vencedores...
De nuevo, te toca a ti.