Acabo de darme cuenta de que un día mis tres hijos serán lo suficientemente mayores como para volver a interesarme por la decoración, o eso he decidido tras rememorar con una amiga como era mi casa antes.
No, no es que al tener hijos haya cambiado la decoración, es que me mudé de casa así que he decidido volver a tener una casa de las que te apetecen vivir, pasar las tardes de invierno en el sofá, relajarte leyendo un buen libro, disfrutando del hogar, del silencio...
Y he encontrado varias páginas realmente impresionantes de las que sacar preciosas ideas.
Que bonitas pienso. Entonces me doy cuenta de que no son reales...
No pueden serlo, o la foto es del día que la estrenaron. Porque faltan cosas...
No, no lo son, reales, preciosas si, pero no tanto como la casa de María, por ejemplo, de verdad su casa es así, pero mejorada.
Imaginaros esta foto:
El salón de María tiene ese estilo, pero hay que añadirle el niño con sus calcetines
sucios, y obvio, una preciosa colcha que sirva de funda, que por supuesto estará
descolocada, y los juguetes por todas partes, una mancha de chocolate en el bajo
del sofá, las pelotas debajo, 1 pieza de lego entre los cojines... A que ha mejorado mucho?
Este salón me recuerda al mío. Tengo la misma hamaca, idéntica, y la guitarra en una esquina, y una estantería llena de libros...
Sí, este podría ser definitivamente mi hogar, aunque necesita el toque de los mejores decoradores e interioristas del mundo,hoy le añadirían tres cajas de cartón destrozadas y pegadas con celo, llenas de piezas y construcciones, y muñecas, y coches...
Pondrían un montón de ropa encima del respaldo de la silla, y los cristales llenos de dedos, sí, eso sería un detalle necesario en nuestro hogar. Porque sería la prueba inequívoca de que utilizamos la terraza de detrás, y al lado de los cristales, fuera varios balones y unos patines.
Y esa pared blanca del fondo, seguiría siendo blanca, pero sería más bonita, porque tendría un precioso dibujo, con plastidecor, el primero de los muchos que habrá que borrar de las paredes.
Y esa esquina... En esa esquina señalaríamos con delgadas líneas a lápiz y una fecha como van creciendo nuestros decoradores...
Esa sería mi casa ideal, así que seguiré buscando ideas, si tu también buscas renovar la decoración de tu sala busca ayuda de expertos.
Dale tu toque personal y después déjalo en manos de tus hijos, y es que todos estos profesionales aún no saben, que eso es lo mejor que les va a pasar en la vida, que sus hijos les ayuden a personalizar sus hogares, porque por fin, van a tener el calor y la personalidad que intentan plasmar en cada una de sus obras.
Y es que hoy juego a ver todas estas fotos:
Marcella Loeb , Homify.es
Y descubro que hoy tengo mejor gusto que hace diez años, que mi hogar es mas hermoso,
que los hogares de revista existen, son los nuestros, esos que están preciosos de foto, 3 minutos
al día, si llega.
Los que alguien se esforzó por darle personalidad, y estilo, y día a día mejoran gracias a quienes
habitan, y a veces destrozan y desordenan y juegan y...
Viven.
Y dentro de 10 o 15 años, envidiaré las viejas fotos de mi casa de hoy, desde la que disfruto y envidio hoy esas casas de revista.
El día que vuelvan a ser imperfectas en su perfecto orden, en su maravillosa limpieza, en su impecable estilo...
Ese día sabré que la vida pasó en un suspiro, y espero poder disfrutarla con una sonrisa, a la espera de que llegue la siguiente generación de interioristas a mi hogar.