Aristóteles comenta en sus obras sobre el lenguaje que hay algunas palabras que suscitan peligrosos equívocos, porque poseen diversos significados. Una de esas palabras es el verbo ser, en griego eînai. Este verbo tiene dos usos distintos (también lenguas romances):
- Uso existencial, como los verbos castellanos haber y existir. Afirma la existencia de un sujeto: el árbol es
- Uso predicativo o atributivo, como los verbos castellanos ser y estar. Cuando indica una propiedad de un sujeto: el árbol es alto
Esta diferencia no fue tenida en cuenta por Parménides ni por Platón, al considerar solamente el uso existencial: si algo no es blanco, no es y por tanto no existe, de modo que se hace difícil explicar el cambio de blanco a rojo, por ejemplo, ya que parece una contradicción pasar de ser a no ser. Este falso problema, según Aristóteles, llegó a afectar a Platón, que nunca pudo resolverlo por falta de análisis conceptual y lingüístico.
Aristóteles, sin embargo, afrontará el problema mediante un profundo estudio del concepto de ser, a fin de concreta de qué diferentes maneras se puede usar este verbo. Por un lado, el uso existencial, y por el otro el predicativo (atributivo o copulativo). De este último se desprenden las categorías o formas de usar el verbo ser en sentido predicativo.
Así se entiende lo que dice Aristóteles: que el ser se dice de muchas maneras.
En concreto, se trata de 10 categorías. Son, a la vez, categorías lingüísticas o lógicas, metafísicas (formas de ser o darse) y físicas (formas de cambio).
- Ousía (ti esti). Sustancia, esencia o entidad. Nos informa de qué se es. Utiliza como predicados nombres comunes. Por ejemplo: Korisco es un hombre
- Posón, es decir, cantidad. Nos informa de cuánto es o hay, y utiliza como predicados adjetivos cuantitativos o numerales. Korisco es de cinco codos de altura
- Poión, es decir, cualidad. Nos informa de cómo que se es. Utiliza adjetivos calificativos. Korisco es culto
- Prós ti, es decir, relación. Nos informa de la relación del sujeto respecto de otro, y usa adjetivos comparativos. Korisco es más alto que Cleón
- Poù, es decir, lugar. Nos informa de dónde se está, y utiliza adverbios de lugar. Korisco está en el ágora
- Potè, es decir, tiempo. Nos informa de cuándo se está. Utiliza adverbios de tiempo. Korisco estuvo ayer en el ágora
- Keîsthai, es decir, postura o posición. Nos informa de la actitud del sujeto. Utiliza verbos. Korisco está sentado
- Ékhein, es decir, circunstancia o lo que se lleva puesto. Utiliza verbos perfectivos. Korisco está calzado
- Poieîn, es decir, acción. Nos informa de lo que hace el sujeto. Utiliza verbos es activa. Korisco empuja el carro (o está empujando).
- Páskhein, es decir, pasión. Nos informa de lo que padece o sufre el sujeto. Utiliza verbos es pasiva: Korisco es empujado por Cleón
De todas ellas, las más importantes son las cuatro primeras, que Aristóteles analiza con mayor detalle. Nos centraremos en la primera:
Entidad o SUSTANCIA. Es la categoría más importante.
o Puede ser concreta (singular, particular, empírica, como este perro, la mesa donde escribo) o abstracta (los conceptos universales, las formas o ideas, las especies, los géneros, como el árbol, la mesa).
oLas entidades concretas forman parte de las abstractas: este perro pertenece al conjunto o clase de los perros. La diferencia entre Aristóteles y Platón estriba en que éste atribuía realidad exclusivamente a las entidades abstractas, mientras que aquel a las entidades concretas, mientras que las abstractas sólo están presentes en el pensamiento.