Los astros del Cinturón de Kuiper, están compuestos de hielos. Si están poco alterados, es decir son primordiales, tienen un color blanco brillante. Sin embargo, las partículas cargadas del viento solar y del medio interestelar alteran su coloración. Las partículas más energéticas pueden penetrar a mayor profundidad (a unos metros), al interactuar con el hielo forman nuevos compuestos que absorben el azul y el ultravioleta, dando un aspecto rojizo a las capas del subsuelo. Las partículas menos energéticas modifican la corteza hasta tan sólo unos milímetros de profundidad, explica Cooper.
El investigador norteamericano afirma que los KBOs presentan una estructura de cebolla cono colores que van del blanco al negro, pasando por el rojo, sin embargo no todos son oscuros. Esto sucede porque están sometidos a la erosión producida por el bombardeo de micrometeoritos, ésto les hace perder su costra negra, con lo que aflora la capa rojiza de la estructura de cebolla. Por otro lado los episodios eruptivos del hielo primitivo que proceden de la capas más profundas son los responsables de que la superficie tenga un color blanco brillante.
Copoer espera que este modelo sobre los colores de los KBOs sea confirmado por la sonda New Horizons que llegará a Plutón en julio de 2015. Los instrumentos de a bordo Ralph (infrarrojo) y Alice (ultravioleta) deberán aportar información importante sobre las superficie de los objetos del Cinturón de Kuiper.
Publicado en Odisea Cósmica¡Suscríbete Ya!