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La Navidad de los Saraguro se caracteriza por la procesión de la figura del Niño Jesús de la iglesia parroquial a la casa del organizador de la fiesta (el marcantaita) y de allí de vuelta al templo; tal procesión se ve aderezada por el desfile de característicos personajes disfrazados. Todo ello se suma a las copiosas comidas y a los bailes con que la organización del festejo agasaja a todos sus vecinos y visitantes.
Las actividades son coordinadas por el párroco y por el síndico, una persona muy respetada dentro de la comunidad. El síndico es el que elegía (hoy lo hace el párroco directamente) y el que guía al marcantaita, un personaje de buena posición económica, que asume todos los gastos y las responsabilidades de la organización (su esposa pasa automáticamente a ser marcanmama). Éste aprovechará todos los recursos a su alcance, incluyendo los tradicionales sistemas andinos de retribución de obsequios y favores que permiten a una persona disponer de una red (a veces, bastante importante) de personas dispuestas o comprometidas a ayudarla.
El músico principal, a su vez, elige a los huahuas o juguetes, los bailarines disfrazados que protagonizarán los desfiles, y ensaya con ellos, enseñándoles los pasos y las coreografías. Tres semanas antes de Navidad, el marcantaita y sus guiadores realizan el chaquiricuna (del quechua chaki rikuna, "ver los pies"): visitan la casa del músico con algunas obligaciones (obsequios) para presenciar los ensayos. Días antes de la fiesta, son el músico y los juguetes los que visitan la casa del marcantaita para ser nuevamente obsequiados y mostrar los resultados finales de su trabajo. Ese es el chaquiricuchina (del quechua chaki rikuchina, "mostrar los pies").
La marcanmama, por su parte, pide ayuda a una cocinera para gestionar la enorme cantidad de comidasque deberán prepararse y servirse, mientras que el marcantaita reúne gente (mediante el antiguo sistema de ayuda recíproca de la minga) para cortar y acarrear leña para cocinar. La fiesta arranca el día 22 de diciembre con la huacra llushtina (del quechua waqra llust'ina, "desuello del ganado"): la matanza y el desuello de las reses que serán consumidas durante el festejo. Además, ese día se alzan castillos (palos/troncos altos, con regalos en la punta) frente a la casa del marcantaita; el número de castillos hablará del prestigio y el poder económico y social del individuo.
El día 23 se realiza el cullqui juntana (del quechua/castellano qullqi juntana, "juntar dinero"): los asistentes a las fiestas contribuyen con dinero a voluntad, y reciben atenciones proporcionales a sus donativos. Por otra parte, por la tarde la efigie del Niño Jesús es llevada en procesión desde la iglesia a la casa del marcantaita, en donde se bailará y se compartirá abundante chicha de jora y un plato especial conocido como uchu mate (una fuente grande con arroz o papas, cuy o pollo asado, pan y queso).
El día 25 se baila frente a la iglesia, y continúa la fiesta y las visitas de vecinos y familiares, quienes son atendidos con comida y bebida. Allí se acaba la fiesta pública. Al día siguiente, 26 de diciembre, la celebración es privada. El marcantaita y sus ayudantes, sus familiares y amigos, los músicos y los juguetes realizan el cunzhu: se reparten los castillos y se consumen y reparten todos los restos de comida.
Quizás los personajes más atractivos y mejor conocidos de la Navidad Saraguro sean los huahuas o juguetes: bailarines disfrazados, de ambos sexos y todas las edades. Son los ajas, los huiquis, los animales y sus paileros, y los sarahuis.Los ajas o diablicos exhiben una larga y característica cabellera de musgos secos sujeta a un par de cuernos de venado previamente atados a un sombrero. Llevan además una máscara de piel de oveja o de tela, y un látigo. Los wikis (huiquis) o monos llevan un traje multicolor, una máscara de tela y un muñequito que los representa en la mano, y son personajes pícaros. Los animales son el oso y el león, cada uno con su disfraz (a veces realizados con pieles de oveja); sus correspondientes paileros son personajes vestidos como un mestizo, con máscaras con nariz muy larga, sombrero de paja y un tamborcito con el que hacen bailar a sus respectivos animales.
Finalmente, los sarahuis llevan trajes de colores vivos; las mujeres (huarmi sarahuis) visten pollera azul, muchos pañuelos, varios collares y un tocado de cintas y adornos muy elaborado, llamado balaca (es el traje que se usa, con ligeras modificaciones, para el matrimonio); los varones (cari sarahui) pueden ir portando un gigante (una estructura que imita a una figura humana) o vestidos de jíbaros, con pantalones rojos, caretas y guirnaldas de plumas.
La fiesta de Navidad es complementada, días más tarde, con la Fiesta de los Tres Reyes, durante la cual se realiza otro desfile con personajes similares.
Fuente: Tierra de Vientos (Num. 17)