Como sabemos, los seres vivos están formados por células. Esas células, se organizan para agruparse y especializarse en alguna función (las que forman la piel, los músculos, las neuronas) y son todas diferentes entre sí, aunque comparten la misma información de ADN.
Dentro de esos grupos que se forman, existen las células madre. Éstas no se especializan, pero contienen toda la información necesaria para hacerlo en cualquier momento, y dividirse para sustituír a células de cualquier tipo. Además, pueden dividirse un número ilimitado de veces, por lo que no se “gastan”.
La importancia de las células madre viene precisamente de esa característica, y es por eso que en la actualidad se están realizando muchas investigaciones sobre cómo utilizarlas en la cura de enfermedades en las que se necesite una regeneración de tejidos de algún tipo.
Pueden utilizarse, por ejemplo, para reemplazar a células cancerígenas, que han empezado a dividirse de forma descontrolada. Incluso, se estudia la generación de órganos a partir de estas células, lo que, en principio, minimizaría el riesgo de rechazo, ya que las células se extraen de la misma persona a la que se le va a implantar (1).
Esperemos que se siga avanzando en su estudio, porque se podría ver la luz en muchos casos en los que todavía no existe otra cura.
PD. Éstas son más famosas que la Drosophila ;-)
Fuentes: (1) http://bit.ly/hJcv8CImagen: Células madre de ratón. Tomada de Wikipedia