La entrada de hoy, la última de las cinco que ha elegido Nostromo, es "Teddy Picker", de la banda británica Artic Monkeys, creada en el año 2002 y aún en activo. Esta vez, Nostromo reflexiona sobre lo difícil que es incorporarse a los gustos musicales de una generación que no es la tuya hasta que alguien te descubre a los Artic Monkeys. He de deciros que es una sensación maravillosa, yo la tengo a menudo, cuando los amigos blogueros me presentáis artistas y grupos actuales que, a lo mejor, en otras circunstancias, jamás hubiera conocido. Por eso, quiero aprovechar para dar las gracias a todos los blogs que seleccionan lo mejor de la música actual, rescatando la excelencia del pozo de la mediocridad
¡Qué gran semana, Nostromo! Muchísimas gracias por todo lo que nos has dado, por querer compartir con nosotros tus vivencias y tu sabiduría, y por reivindicar la música como herramienta de comunicación. Nos seguimos leyendo. Al resto, os recuerdo que el blog de Nostromo es Musicae Memorandum; y que, si os animáis a enviar vuestras canciones, lo podéis hacer por correo electrónico ( raulrn@wanadoo.es) o por twitter (@guitarmuses).
"Último desafío, si me he puesto pesao perdonadme, la culpa siempre de Raúl, yo solo puedo agradecer de nuevo, a él y al respetable, la oportunidad de poder disfrutar de este viaje de cinco etapas por estos lares.
Llegado a este punto, me doy cuenta de que he pasado por encima de un montón de canciones de mi vida; evoco a aquel Ted Nugent de la casa del "poblao", recuerdo a mis Leño por la nacional de Andalucía camino de Tenerife, añoro al Hilario Camacho de mi época de estudiante, sonrío cuando escucho Shout de aquellas noches de verano, bailo con B'52 como si estuviera en el Tene, canturreo Fiesta pagana como de ídem con mis Honderos,... son muchas las que me llenan de orgullo y satisfacción como diría aquel, buenas o malas eso lo de menos.
En los inicios del siglo XXI, el que suscribe estaba bastante desconectado de la música por poderosas razones, andaba perdido en el panorama musical al 95% 😉, siempre escuchaba lo mismo. Intentaba volver a enchufarme pero no me enganchaba con nada, me faltaba esa adaptación necesaria para oír las nuevas tendencias, para comprender a aquel Indie, me irritaban los triunfitos y la invasión de la "música feliz" con sus ritmos comerciales y bailongos.
Hasta que un día entablé una interesada conversación con un compañero de trabajo, un chaval de nuevo ingreso de los que presumen de modernos, una víctima propiciatoria además de buena gente. Me aconsejó varios grupos, creo recordar a los Black Keys y a los Strokes entre ellos, pero los que verdaderamente me impresionaron fueron estos Arctic Monkeys, me aferré a ellos como un náufrago a un salvavidas en altamar. Descubrir música volvía a tener sentido, fue la puerta entreabierta por la que me asomé a un flamante y desconocido horizonte sonoro.
El sonido sencillo y fresco de aquellos críos imberbes me gustó desde el primer momento, un grupo a la vieja usanza: guitarra, bajo y batería, sin florituras, repitiéndose el número mágico; cuatro, aunque esta vez venían de Sheffield. I Bet You Look Good on the Dancefloor y When the Sun Goes Down estaban recién salidas del horno, los rasgueos sucios a golpe de codo sonaban endemoniadamente bien ¿o era fruto de mi imaginación y de mi necesidad? Les seguí la pista, Alex Turner cada vez cantaba mejor a la par que el grupo iba evolucionando y madurando, llegaron: Fluorescent Adolescent (2007), Do I Wanna Know? y R U Mine? (2013). Este pasado abril publicaron Tranquility Base Hotel & Casino, al que he escuchado de pasada por las ondas prometiéndome hacerle más caso.
Teddy Picker es el tercer sencillo de su segundo álbum Favourite Worst Nightmare (2007), toda una gozada para animar el día. Una teddy picker es una maquinita de esas en las que con una pinza intentamos agarrar un juguete o un regalo de un caótico expositor previo pago de la moneda de rigor. La canción es una sátira hacia los métodos arbitrarios para crear famosos sin ninguna clase de criterio ni calidad, como la plaga de reality shows de Tv donde, casi siempre, todo es tan superficial, frívolo y elemental, atentando contra toda cultura y buen gusto. En mí el efecto fue el contrario, los Monos árticos me sacaron de la apatía musical, despertaron de nuevo en mí la inquietud de pensar que siempre hay cosas nuevas que merecen la pena casi tanto como las de toda la vida, dejémoslo así.
Besos y abrazos. El placer ha sido mío".